El músico presenta una colección de canciones llamada 'Things That Can't Be Undone'
Corb Lund, en una imagen promocional
Grabado con su inseparable banda de acompañamiento, The Hurtin' Albertans (Grant Siemens a la guitarra eléctrica y lap steel, Kurt Ciesla al bajo y Brady Valgardson en la batería), 'Things That Can't Be Undone' es una colección de canciones que muestra el característico estilo compositivo de Lund, esa mezcla de sincera Americana, honky tonk rodante y nuevo country. Todo ello potenciado por la producción del actual gurú del nuevo sonido americana, el productor Dave Cobb (Shooter Jennings, Sturgill Simpson, Jason Isbell y Chris Stapleton). El resultado es un disco altamente influenciado por el rock y el country de los 60 y los 70, que suena orgánico y retro a partes iguales. "Washed-Up Rock Star Factory Blues", escrita junto a Evan Felker de los Turnpike Troubadours, se erige como una respuesta al clásico "Take This Job and Shove It": de Johnny Paycheck. El ritmo de "Talk Too Much" trae a la mente a Mick Jagger contorneándose con el sonido de los Stones. La inicial "Weight Of A Gun" tiene el pulso seductor y cadente del mejor northern soul. Así hasta completar los diez cortes de historias de cowboys en los que el canadiense tan pronto suena como un el granjero Jason Ringenberg tomando un whisky reposado, como a un Billy Bragg en un western polvoriento o un Chris Isaak tocando en un saloon del viejo oeste, cuadra incluida. En definitiva, 'Things That Can't Be Undone' viene a confirmar la buena senda que ya apuntaba su anterior disco, 'Cabin Fever' (2012), que le valió un número 1 en Canada en su primera semana a la venta, la certificación de disco de oro, y la llamada de Miranda Lambert para invitarle a abrir sus shows por estadios americanos junto a Dierks Bentley. Esta será su primera gira por España, que promete confirmarle como uno de los más prometedores talentos del nuevo sonido de raíces americano
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