Consejos para la dieta de las personas mayores
Varios son los aspectos a tener en cuenta a la hora de cuidar nuestro organismo y prevenir enfermedades. Entre los hábitos que más hay que cuidar se encuentra nuestra alimentación, una área que, combinada con nuestro cuidado, se estudia desde la dietética. Mediante el estudio de cada individuo, sus peculiaridades, necesidades y enfermedades, en el caso de que existan, se deberá crear una u otra dieta, que se adaptará a todos estos detalles. En el caso de que la dieta se diseñe atendiendo a las necesidades provocadas por una enfermedad, debemos hablar de dietoterapia.
Aunque no son los únicos destinatarios de esta disciplina, los adultos mayores suelen tener unas restricciones e indicaciones más concretas y adaptadas a las dificultades que surgen con esas edades. Veamos algunas peculiaridades de la dietética para personas mayores y algunos elementos naturales de estos hábitos.
La dietética para personas mayores
En la dietética entran distintos factores, no solo los alimentos. La combinación de los alimentos tiene que alcanzar un consumo diario de 2.300 kcal, frente a la ingesta calórica de 2.000 kcal para mujeres adultas y 2.300 para hombres adultos; y para los niños y niñas inferiores a 14 años, no deben superar las 1400-1600 kcal.
Teniendo en cuenta este aspecto, tenemos que calibrar la dieta de las personas mayores. Es recomendable aumentar el consumo de frutas, legumbres, verduras y cereales, por su alto contenido en vitaminas, minerales y fibra, ya que esto favorecerá la movilidad intestinal. Del mismo modo, el consumo de lácteos es favorable para los huesos, y por tanto, se aconseja el consumo de lácteos y derivados.
En cuanto al número de comidas, es recomendable hacer cinco ingestas durante el día, siendo el desayuno el momento más importante, para asegurarnos un buen rendimiento físico. A media mañana, se recomienda tomar una pieza de fruta, o bien, un zumo junto con un pequeño bocadillo o un lácteo. Durante la comida y la cena, se deben de tomar las comidas más estructuradas, dejando para la noche, los alimentos más ligeros. Con comida estructurada nos referimos a una comida que incluya un 50% de verduras y frutas, un 25% de proteínas y un 25% de hidratos de carbono.
Por otro lado, los alimentos que no se aconseja consumir frecuentemente, son aquellos que contengan azúcares, altos contenidos en sal y en grasa, como postres muy edulcorados, alimentos muy condimentados, frituras y bebidas alcohólicas.
Sin embargo, en algunos casos, estas recomendaciones no bastarán, y se precisará la ingesta de complementos alimenticios, como magnesio, hierro y zinc, entre otros, para completar las necesidades nutricionales de cada organismo.
Las plantas medicinales
Además de los complementos alimenticios, también existen algunas plantas medicinales que tienen propiedades favorables para nuestro organismo. Existen algunas plantas que favorecen o ayudan a paliar los dolores ocasionados por enfermedades propias del avance de la edad.
La vinca es una planta medicinal que fortalece el riego sanguíneo del cerebro y que ayuda a prevenir problemas de concentración, memoria y los riesgos de un accidente cerebral, desde la hipertensión hasta la arteriosclerosis o el ictus.
Un problema común en las personas mayores, es la falta de sueño o la alteración del ciclo, por lo que algunas plantas, como la pasiflora, son una gran ayuda. Entre sus funciones, se encuentra la relajación de la musculatura, así como calma las migrañas y la ansiedad.
Los problemas de los huesos y de las articulaciones se deben a un déficit de nuestro organismo para absorber calcio, por lo que los huesos, además, son más débiles y se rompen con mayor facilidad. Plantas medicinales como la alfalfa, son muy ventajosas en estos casos, ya que contienen isoflavonas y vitamina C, que actúa como equivalente del estrógeno que fortalece los huesos.
Estos son algunos consejos que, desde la alimentación, pueden ayudar a los más mayores. Siempre es recomendable que se tenga el seguimiento de un médico, quien, en muchos casos, pautará una serie de normas para que se siga una alimentación sana y beneficiosa para la salud.