Churros con Chocolate, acertado petardeo gay para el domingo por la tarde
El pasado domingo 20 de octubre tenía lugar en la discoteca Play, en la calle Cuba, la segunda fiesta Churros con Chocolate Valencia tras su vuelta por el parón del verano (la anterior fue en septiembre) y lo hizo de nuevo con éxito absoluto.
Churros con Chocolate parece ya asentada en nuestra ciudad como una opción que tener en cuenta los domingos por la tarde y dónde prima el buen rollo, el petardeo y la música pop más cañí, aunque no solo ella.
Un evento mensual que se realiza desde hace años en las otras dos grandes capitales de España, Madrid y Barcelona también con gran éxito de público. Y que pone de manifiesto que, junto a las fiestas que se realizan en nuestra ciudad los sábados por la tarde, el tardeo ha vuelto con fuerza y para quedarse.
Aunque Churros con Chocolate Valencia es una fiesta claramente destinada al público LGTB puede asistir cualquier persona que lo quiera pasar bien y disfrutar de un domingo por la tarde divertido. De hecho, el 2 de noviembre tendrá lugar la próxima fiesta.
Churros con Chocolate ya tiene lugar en Madrid y Barcelona con gran éxito
Y es que ¿qué mejor plan para los domingos de otoño e invierno que acudir a un evento como este? Con horario de 19h a 02 de la mañana -aunque no se recomienda llegar antes de las 20h pasadas ya que aún no ha llegado el público-, Churros con Chocolate Valencia dedicó su última fiesta a Sálvame y Telecirco. La decoración, a excepción de unos banderines, escaseaba y lo de Sálvame era la excusa perfecta para pasarlo bien el domingo por la tarde.
Una opción ideal para aquellos y aquellas que prefieren o no pueden salir un sábado por la noche y deciden pasarlo bien el domingo tarde/noche pudiéndose irse a la cama a una hora razonable.
Muy buena música, un local absolutamente lleno aunque con algún pero: la puesta en escena en esta ocasión dejó algo que desear. Faltaba espectáculo, faltaba una actuación que sobresaliera, algún monólogo divertido… para hacer de ésta una noche redonda. Habrá que esperar a las siguientes para ver cómo evoluciona. Una digna heredera de aquel mítico Orxata i Fartons en Picadilly que no llegó a cuajar pero que, esta vez, parece que sí ha calado entre el público valenciano.