Carolina Orts: "A los políticos les invitaría a abrir una tienda para que comprobaran cómo nos asfixian los impuestos"
Diseñadora de bisutería de alta gama desde que tenía 16 años. De sus primeros collares, pintados a mano y cocidos en su horno, a su bisutería actual compuesta por piezas grandes, que escapan de las tendencias y apuestan por el color y la autoafirmación. Dirige su propia marca, Lolina by Carolina Orts, y complementa las colecciones de Rubio Kids y Francis Montesinos. Echa en falta más atrevimiento en los vestidores españoles. Se queda con el estilo de Sofía Loren, la duquesa de Alba y Naty Abascal. A la reina Letizia le aconseja menos rigidez. Y a los políticos les invitaría a levantar la persiana de una tienda durante medio año para que comprueben cómo asfixian los impuestos. Prepara su estreno en Ifema para el próximo febrero. El producto chino, dice, está superado. Como las coronas de flores para comuniones y bodas.
¿Cómo le atrapa el diseño?
Desde pequeñita me ha gustado vestir a las muñecas. Mi tía era modista y ya jugábamos a coser trajecitos. De jovencita, me puse a hacer collares a mis amigas y pensé: ¿por qué no los vendo? Fue como un acto de rebeldía de querer ganarme mi propio dinero y gastármelo en lo que quería. Con 16 años, llené una maleta de collares y vendí los primeros en tiendas de las calles Sorní y Colón de Valencia.
En el fondo, creo que me dediqué a esto por lo que me gustaban las clases de mi profesora de Dibujo, mi primera fuente de inspiración.
Una rebelde en una familia de empresarios.
Comencé a estudiar Empresariales como salida responsable pero me veía desubicada. El último año escogí irme de Erasmus a Italia donde me busqué una escuela de Diseño. Estudié en Florencia y en Madrid, sin dejar nunca de crear mis colecciones.
¿Qué identifica a un pendiente o un broche suyos?
Al final cuando tienes una personalidad muy marcada, eso se refleja. Soy muy positiva y alegre y de ahí que mis colecciones sean muy coloristas aunque últimamente estoy muy punky: mucho metal y dark. Nunca me he guiado por las tendencias, de las que me gusta aislarme. Siempre hago algo que yo me pondría.
¿Y qué camino recorren hasta llegar a un mostrador?
Lo primero que hago es pensar en qué punto estoy, qué me apetece hacer. Busco materiales. Siempre hay una línea hecha con pieles de los años 70, mezcladas con sedas, rasos, tules, latón En base a todos esos materiales, compongo colecciones. Cuando creo para otra gente parto de sus diseños, que es como pintar inspirándote en obras de arte.
¿Por qué bisutería y no joyería?
Es más accesible. Puedes jugar con varias piezas. No percibo mi obra como una joya sino un complemento para un look concreto.
Su mano la encontramos en su tienda propia de Place Valencia pero también en la archiconocida Rubio Kids.
Surgió como una colaboración cuando aún estaba Hortensia Maeso. De una colección pasamos a otra, con cinturones, coronas, collares, broches
¿El último grito para comuniantas?
El año pasado incluimos el latón para que las niñas parezcan ya princesas o novias maravillosas. Ahora mismo puedes encontrar diademas con flores metalizadas; peinetas que mezclan tweed con tul La corona caducó. A mí me gusta que las madres se esperen fuera y sean las niñas las que decidan. Son tan guapas que con ellas se da lo de menos es más.
Se lleva mucho la trenza de lado, medio deshecha con el tocado medio caído. En la última colección de Rubio Kids hicimos unos collares con caracolas, cuerdas y flores confeccionadas con la misma red para el pelo.
¿Las flores a lo Frida Kahlo están desfasadas?
Debería. Tenemos que ser más auténticos y 0 protocolo. En la cabeza de una mujer pondría sólo un turbante con una aplicación de latón o una peineta. Pero sobre todo, me despeinaría y elegiría un pendiente bien grande.
¿Cómo ha interpretado a Francis Montesinos?
En la colección que tenemos ahora a la venta hicimos una línea muy dark pero dándole luz. Hay un estampado que se apodera de la colección con reliquias y artículos vintage. Así que utilicé unas piezas de latón para varias series: una muy negra con escarabajos, moscas, cucarachas y otra en tonos granate sangre. Rosetones muy art deco. Hicimos hasta puños de piel para las mangas abullonadas con los escarabajos ; cinturones con piezas de la metamorfosis; aros de flores muy Dolce Gabbana Mis piezas son grandes. Muchas veces pienso que menos es más pero los complementos los prefiero grandes.
¿Cómo vestimos las valencianas?
España en general y Valencia en particular son muy complicadas. Hay mucho talento pero ni se luce ni se explota. Somos muy conservadores. Aunque hay una generación emergente que busca cosas nuevas. Aquí funciona la marca con productos más estandarizados. Queremos lo mismo que la masa sin buscar nuestra propia originalidad con cosas más exclusivas.
¿Lo más puntero en España?
Madrid. He vivido tres años allí y encuentras todo. Puedes salir a la calle como quieras sin que nadie te mire y eso en Valencia es impensable.
¿Y las más estilosas?
Naty Abascal me encanta porque ella es ella y se pone lo que le da la gana. La duquesa de Alba me parecía fantástica aunque no compartiera sus estilismos pero se ponía el mundo por montera. Me gustan también Sofía Loren y Mónica Bellucci. Mujeres femeninas con curvas y originales.
Yo le digo reina Letizia y usted me dice
La controlo 0 porque sólo me nutro de revistas especialistas. Pero sí que sé que deja ver su personalidad muy marcada. Es estricta, comedida, cuadriculada, disciplinada y rígida. Independientemente de que la vistan diseñadores que hacen cosas muy buenas, como Felipe Varela. Últimamente está desmarcándose más y eso es de agradecer.
Se le iluminan los ojos pronunciando nombres italianos. ¿Qué tiene Italia?
Es la cuna del Arte. Sus diseñadores son brutales, viven por y para la imagen y eso se palpa. Y no hablo sólo en moda sino en mobiliario, complementos, decoración El actual creador de Gucci es brutal. También me gusta Josep Font y es español (risas).
Una cara de la moneda es la creación y la otra, las cuentas. ¿Inditex es el rey de esta combinación?
El éxito de Inditex es llevar a la calle las pasarelas a precio fácil pero no hace moda sino que imita. Es una empresa pura y dura que vende un producto copiado de los diseñadores de pasarela.
Atravesamos una crisis sin precedentes en Occidente. ¿Resulta muy complicado sobrevivir?
Mi padre trabajaba en banca y arriesgó porque quería montar una empresa. Como él, pienso que no somos árboles y hay que moverse. Si tienes un sueño, búscalo porque la suerte no existe. Pero sufrimos una asfixia diaria. A los políticos, les invitaría a ser autónomos durante seis meses con un negocio a pie de calle y a ver qué tal les va. En una tienda aprendes Latín y Griego. Cuando el negocio es tuyo, hay días que echarías a correr, agotada y sin ventas.
Muestra sus colecciones en un espacio compartido dentro de Place Valencia. ¿El coworking ha venido para quedarse?
Place es una especie de Mercado de Fuencarral, donde se vendía lo que no estaba en los escritos. Es una forma de poder tener un punto de venta sin asumir tantos gastos brutales que asfixian. En mi caso, aquí combino mis propias colecciones con un espacio muy cuidado de ropa.
¿Cuánto daño nos han hecho los productos asiáticos?
¡Mucho! pero la gente no es tonta y el público se cansará del producto fácil y barato que dura dos puestas. La generación de los 30 a los 40 que ha vivido la crisis a saco con hipotecas insostenibles, despidos valora más el trabajo del otro. Busca lo no producido en masa. El no capitalismo. Aunque es verdad que todo se nos olvida rápido. Para sobrevivir no hay que explotar al otro.
Apunto de celebrar el 9 D'Octubre, Sant Donís, ¿qué pañuelo regalaría?
Me acaban de llegar unos pañuelos en crep de seda espectaculares con un toque cheap and chic, para anudar al cuello con un broche.