Calle de Roger de Flor, ¿quién era este personaje medieval?
Aunque antiguamente tuviera otros nombres como la calle del Forn de Na Fusina, del Pilar o de los Bazán, en la actualidad una de las calles más largas y estrellas del casco histórico de Valencia recibe el nombre de Roger de Flor, seguro que has pasado por ella alguna vez.
Roger de Flor, aunque nacido en la región italiana de Brindisi, fue un notable caballero templario y caudillo mercenario que trabajó al servicio de la Corona de Aragón ejerciendo como uno de los capitanes de los almogávares.
Recibió otros nombres como Roger von Blume y Rutger Blume y participó en la última cruzada a Tierra Santa, donde alcanzó gran fama en la defensa de San Juan de Acre (1291). Acusada por los templarios de haberse apropiado de tesoros de la orden fue expulsado de la orden pero aprovechando su experiencia militar decidió hacerse mercenario, entrando al servicio del rey Federico II de Sicilia, hijo de Pedro III el Grande de Aragón.
De Italia a la Corona de Aragón, el rey Federico II puso a Roger al mando de las compañías de almogávares, que en realidad eran mercenarios que habían sido empleados por la Corona de Aragón en la conquista de Valencia y Mallorca, y para consolidar sus dominios de Sicilia frente a las pretensiones de la Casa de Anjou.
Pronto destacó como un gran líder y navegante. Y esa fue su sentencia de muerte. Las envidias propiciaron que fuera asesinado junto con ciento treinta de sus soldados almogávar. Posteriormente la figura de Roger de Flor alcanzaría gran difusión entre sus contemporáneos gracias a la Crónica de Muntaner, inspirando la obra Tirant lo Blanch, de Joanot Martorell. Y de hecho una de las unidades de la BRIPAC (Brigada Paracaidista) del Ejército Español lleva su nombre.