Buenas razones para tener un sitio web
Hace poco hablaba con una amiga de las páginas web. Lo cierto es que últimamente es un tema muy recurrente. Concretaré más aún, hablábamos de la importancia de tener un sitio web.
Ella, que tiene un negocio, me decía que no le veía practicidad, y yo me eché las manos a la cabeza ¿que dices que no le ves qué? Imposible. Tú no has debido pensarlo bien. Internet es la forma más sencilla de llegar a tus clientes, tengas la profesión que tengas, así que desaprovechar la oportunidad de tener un sitio donde canalizar su curiosidad, su intención de comprar tu producto o de contactarte para que prestes tus servicios me parece una absoluta locura. Es dejar pasar una oportunidad de oro.
No demasiado convencida aún, ella esgrimía sus propios argumentos:
· En primer lugar, y el principal, es caro. Bien, le dije yo, ¿a qué llamas tú caro? Está claro que hay que asesorarse bien para no salir escarmentado de la aventura digital, pero sabiendo que pedimos presupuesto a la persona o personas adecuadas, hay que pensar que cualquier lugar en el que alojarse tiene un precio, también en Internet. El diseño, el orden, que todo funcione correctamente o que incluso puedas gestionarla tú mismo tiene un precio. Mirar tan sólo el precio es un error. No pienses en gasto, piensa en inversión y todo cambiará.
· Necesita un mantenimiento. Por cierto, digo yo, un mantenimiento mucho más barato, rápido y sencillo que tu propio negocio a pie de calle. Infórmate bien de las tarifas de hosting y te recomiendo que pienses en la opción de tener una web fácil de usar por ti mismo. Que puedas subir tú la información, o los productos que vendes en su caso, es un plus importantísimo que te permitirá no depender de nadie, salvo que tengas algún problema, y ahorrarte unos eurillos.
· Tengo que estar pendiente de ella. Y pregunto ¿Acaso cuando montas un negocio a pie de calle o cuando promocionas tu imagen porque eres modelo, actor, político no estás pendiente de ti? La web requiere una rutina de actualización, pero no más que cualquier otro factor de tu negocio o de tu imagen. Tan sólo has de aprender a incluirlo en tus quehaceres diarios y ya no olvidarlo nunca.
Y entonces yo esgrimí mis motivos a favor de tener una web, que son más y mucho mejores:
· Alcance global: tu producto llega a más gente que tu sencillo a pie de calle. Y lo hace a horas y momentos en los que tú, quizá, estás haciendo otras muchísimas cosas. La web hace un trabajo paralelo, pero no incompatible con el tuyo sino todo lo contrario te ayuda a potenciarlo y, además, llega más lejos de lo que imaginas.
· Presencia en el mundo online: déjame que te diga que, después de conocerte o entrar en tu negocio analógico, la persona que ha interactuado contigo probablemente te buscará en Internet. Qué dicen de ti, de tu producto, de tus servicios o de tu forma de trabajar. Si le gustas, le estás facilitando el volver a comprarte, el volver a contactarte, incluso si ese cliente es de otra ciudad o de otro país. De lo contrario, la relación se cortará ahí, en cuanto salga por la puerta y te diga "vivo lejos, pero quizá volvamos a coincidir " o no, te digo yo. La competencia es muy fuerte en cualquier sector y si otro se cruza en su camino que le sea más cómodo de contactar, tú caerás en el olvido.
· Tarjeta de presentación de tu empresa: un buen diseño web, orden, textos buenos y fotos de calidad dirán mucho de ti y de tu negocio. Si no estás en Internet, en breve, no existirás para una gran parte de público.
· Te ayuda a mejorar tu marca personal: es posible que no lo hayas pensado, porque te parece egocéntrico, pero cada vez más personas tienen sitio web. En él aglutinan sus trabajos, su experiencia en el ámbito profesional y sus expectativas. Suelen pertenecer a profesiones del mundo de la imagen, pero créeme si te digo que esa barrera se está rompiendo cada día más. Autónomos de todo tipo, ya no sólo actores o modelos, periodistas, profesores con blogs de contenido académico para descargar y facilitar la vida a sus alumnos puedes encontrar de todo en Internet. Piensa en tus necesidades y en las de tu público potencial. Focaliza lo que quieres y ¡adelante! Posicionarte con tu propio contenido está al alcance de tu mano.
Ahora no me digas que cualquiera de estas no es una buenísima razón para tener un sitio web. Piénsalo bien, porque cada vez hay más gente en Internet haciendo lo que tú no te atreves. Tan sólo es un paso y, en realidad, tiene muchos más beneficios que costes. Te lo digo yo
