Nuevo nacimiento en BIOPARC Valencia de una especie extinta en su hábitat
Son ya cinco años desde que llegaron los primeros ejemplares de gacela Mhorr y, desde entonces, ya son quince las crías nacidas dentro del grupo reproductor de BIOPARC Valencia. Esta semana el equipo de cuidadores recibía con gran alegría el nacimiento del cuarto chivo de esta atractiva especie de antílope, el segundo de la hembra “Sissy”, que parió en mayo a la primera. Las otras dos hembras lo hacían en julio y septiembre.
El grupo reproductor valenciano forma parte del Programa de conservación internacional (EEP) de la especie que se extinguió en su hábitat y que sobrevive en el planeta gracias a que el profesor José Antonio Valverde rescató del Sahara un grupo de once ejemplares del que descienden todos los que hoy se encuentran en diferentes instituciones conservacionistas, entre las que destaca BIOPARC Valencia. Todas las crías nacidas en el parque valenciano se han desplazado a otros centros para formar nuevos grupos y las tres primeras de este año ya tienen destino previsto en Madrid y Francia.
Aunque durante unos días madre y cría permanecen en los recintos interiores, en breve está previsto que se unan al resto y podremos contemplar al rebaño de ocho ejemplares en un recinto multiespecie de la sabana que comparten con otros antílopes, los addax (Addax nasomaculatus), la grulla coronada cuelligrís (Balearica regulorum) y la tortuga de espolones (Centrochelys sulcata), que estos meses se encuentra en hibernación.
La gacela Mhorr (Nanger dama mhorr), la mayor de las gacelas del mundo, se distingue por su blanco pelaje cubierto de un color castaño rojizo en su dorso y sus característicos cuernos en forma de “s”. También conocida como “dama” por la elegancia de sus esbeltas patas y su largo cuello, se trata de una de las especies incluidas en la famosa lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “críticamente amenazada” de extinción.
BIOPARC Valencia se ha convertido en un centro de referencia en la conservación de esta especie y desde 2014 participa activamente con otras instituciones internacionales para garantizar su pervivencia. Gracias a la labor de los parques de animales y la necesaria cooperación internacional esta especie ha podido comenzar a reintroducirse en su entorno natural y ya se están desarrollando cinco iniciativas: Marruecos (Parque Nacional Bou-Hedma y Domaine Royal R’Mila), Senegal (Reserva de Fauna de Guembeul y Reserva de Fauna de Ferlo Norte) y Túnez (Parque Nacional de Bou Hedma).