Anabel Alonso: "Me cuesta más reír que llorar"
Nacida en Baracaldo hace poco más de 48 años, Anabel Alonso ha hecho de todo: cine, teatro, series, programas de televisión... Tras dos años sin hacer teatro ha vuelto a los escenarios con "Lastres" donde encarna a Concha, uno de los tres personajes de la obra. "La bocazas" dice ella, que define esta segunda obra de Jorge Roelas como una "comedia salvaje".
Okupa2 fue tu último trabajo en televisión, sin embargo sigues estando presente en los hogares gracias a las recurrentes reposiciones de los canales de la TDT. ¿Cómo te ves, después de tantos años, cuando ponen en televisión las repeticiones de series en las que tú salías?
Por un lado me encanta y por otro lado pienso: "dios mío todo lo que he trabajado" porque salgo a cualquier hora en cualquier lado haciendo cualquier cosa. Me gusta mucho. Son cosas que han pasado hace mucho tiempo y algunas las veo como por primera vez y te juro que no me acuerdo de qué iba tal capítulo o el programa éste. Es como que te ves tú como que no eres tú. Una cosa muy rara.
Siempre te asociamos a la comedia y te vemos sonreír, pero ¿Con qué te ríes más?
Fíjate, aún siendo yo de comedia y ser bastante risueña cuando veo algún espectáculo o película soy de lágrima más fácil que de carcajada. Me cuesta más reír que llorar como espectadora. Esto te lo digo. Pero me hacen reír muchas cosas: mis amigos, mis perros. Me hace reír mucho mi trabajo, disfruto mucho y me lo paso muy bien.
Y ¿Qué te hace cambiar el semblante y ponerte sería?
Pones cualquier noticiario y se te congela la sonrisa. Ves la situación del país, los desahucios, el paro, la corrupción, el latrocinio y dices: "no sé si tengo alguna razón para sonreír". Lo que pasa es que los problemas con humor son menos, es decir, que si los encaras con sentido del humor pesan menos y te juro que estás más en vías de solucionarlos que si te los tomas a la tremenda. Esto es verdad.
Volviendo a tu carrera profesional, ¿Hay algún personaje que te haya marcado especialmente?
De series me quedaría con dos: "Los ladrones (van a la oficina)" y "Siete Vidas" y de programas el "Estoy por ti", que me encantó.
Y ahora haces de Concha en Lastres. ¿Cómo es tu personaje?
Fundamentalmente es una bocazas, en el sentido físico y metafórico de la palabra. Es una mujer que todo lo que le pasa por la cabeza lo suelta, le da igual la repercusión que pueda tener. Además, es una mujer que se ha dedicado a su marido y a su hija y aparenta llevar una vida feliz y sencilla.
Ensayando este papel te accidentaste...
Pues tenía que hacer una caída y le puse yo mucho énfasis y mucho empeño y me caí tan bien que me rompí la muñeca. Pero vamos, gajes del oficio (ríe).
¿Cómo es ese trío de actrices fuera del escenario?
Nos conocemos menos que nuestros tres personajes pero nos llevamos muchísimo mejor. Disfrutamos mucho las tres en el escenario porque nos gusta mucho vernos trabajar y lo que hacemos. Y fuera nos llevamos bien, somos muy distintas y es muy enriquecedor, lo que no tiene la una lo tiene la otra. Nos compensamos muy bien.
Esta vez en Valencia. ¿Hay algo que siempre hagas cuando vienes?
Siempre voy a comerme la paella a la playa, eso lo hace todo el mundo. Ahora como voy con Marta (Belenguer) seguro que nos descubre algún sitio nuevo más. Ya veremos si a partir de ahora ya tengo el rincón favorito. Cuando estuve con "Sexos" en fallas ya descubrí algunos lugares interesantes. En cualquier caso la paellita en la playa no me la quita nadie.
Y el público ¿Es diferente en cada ciudad?
Sí, se nota la diferencia. El valenciano es bastante expresivo. En cambio, por ejemplo, el público manchego es más callado pero luego aplaude un montón. No sabes a qué atenerte (ríe).
Alguna vez el público ha hecho que pienses: "Quiero irme de aquí corriendo".
¡Uy! Sí. No pienso decir dónde, pero sí. Más de una vez (ríe). Eso pasa.