Ana Climent: "A las adolescentes sólo les aclararía las puntas; nunca les teñiría"
Hace 31 años abrió, junto a su marido, también peluquero, su primer Trazos Peluqueros. Desde entonces, se esfuerza en dejar a sus clientas más guapas de lo que entran por la puerta de sus salones, en las calles Bélgica y Doctor Moliner. Ahora lo hace a través de Secretos del Agua, una apuesta botánica que reduce la agresión de la coloración. Advierte contra el uso de tintes antes de los 18 años porque el efecto de una sola aplicación dura un par de años. ¿La fórmula de Trazos? Los barros si se quiere aclarar manteniendo el color; aplicar la oxidación con el cabello mojado para proteger más; cortar únicamente lo que el cliente pide y provocar un efecto lo más natural posible, sin las gominas y las espumas que duermen ya en el desván. Aconseja cepillarse dos veces al día, lavarse una media de otras dos a la semana, no pegar el secador al cabello y no pasar la plancha por cada mechón más de una vez. Todo con un objetivo: un marco (el cabello) adecuado para el cuadro (el rostro). Por tanto, desmonta un mito: no hay que ir cortándose el pelo a medida que se cumplen años.
¿Qué secretos esconde el agua?
Secretos del Agua es una empresa española que creó una peluquera a descontenta con lo que hacía a sus clientes. Así que buscó crear productos que embellecerán sin dañar el cabello, con alto contenido en extractos botánicos. Garantiza una coloración 100% natural mediante barros, que son su producto estrella.
¿Y cuál es la estrella de una peluquería?
¡El color! Hace años se hacían moldeados pero en realidad se hicieron muchas barbaridades y la gente acabó muy harta de rizos en un país donde la mayoría de la población lo tiene de por sí rizado. Color y moldeado ya no casa bien porque es demasiado agresivo así que ha triunfado el color.
¿A qué edad aconseja empezar con la coloración?
A mis hijas, no pienso hacerles nada antes de los 18 años, más que aplicarles barros como mucho. El barro no sólo no daña sino que incluso trata el cuero cabelludo. Pero los colores químicos es diferente y, desde luego, lo desaconsejo para los adolescentes porque estamos aplicando agua oxigenada más los pigmentos químicos, con lo que tardaremos dos años en quitarnos de encima una coloración. Aunque lo tapes, el daño ya está hecho porque tu color ya no existe. Un tinte dura en la melena dos años, que es el tiempo que tarda en volver a crecer. Las niñas tienen un color precioso y bastaría con unas mechas en las puntas para darles luz. Ahora tenemos productos que aclaran como el sol en verano.
¿Qué colores se imponen?
Siempre se tiende a más claro lo que, además, no obliga a retocar el color constantemente porque no va desde la raíz. Hemos tenido unos años en que chicas más jovencitas buscaban un negro azulado pero ahora están desfasados. El color se va subiendo cuando empiezan a salir las canas.
¿Y cuándo aparecen?
Cada persona es un mundo. A los hombres se las vemos más porque no se las tapan tanto y queda mucho mejor. El cabello todo de un mismo color no es natural porque de hecho, los niños son multitonales. A los hombres no les gusta que se note que se han puesto nada.
¿Con qué frecuencia hay que repasar el color?
Depende de lo exigente que sea cada mujer. Una media podría ser entre mes y mes y medio. Con nuestro sistema de trabajo, hasta la coloración de oxidación daña lo mínimo porque siempre trabajamos con el cabello mojado que protege más. La gente se sorprende porque se creía que incluso convenía que estuviera sucio para que la grasa natural protegiera de la coloración tan dañiña. Pero nosotros lavamos antes y nunca pica al aplicar el producto porque es natural.
¿Qué diferencia un barro de un tinte?
El tinte lleva pigmentos y agua oxigenada: aclara el color y deposita el tono del pigmento químico. El barro sólo devuelve el pigmento cálido de tu cabello, sin modificarlo.
¿Cuándo empiezan a enfrentarse a la calvicie?
Los síntomas aparecen muy jóvenes, a partir de los 17-20 años, momento en que las entradas comienzan a hacerse más profundas, sobre todo por cambios hormonales. Si no se han quedado calvos entre los 40 y los 50, muy probablemente ya no lo serán.
¿Es poco conveniente lavarse en exceso la cabeza? ¿Cada cuántos días hacerlo?
El pelo debe lavarse cuando esté sucio. El problema es que algunos champús no son tan cuidadosos como querríamos porque arrastran no sólo suciedad sino el manto ácido. Por la estadística, diríamos que con un par de veces a la semana es suficiente. El cabello necesita tres pasos: limpiar, hidratar y aplicar un producto para peinar que siempre es recomendable con el secador y la plancha. No me gustan los que dejen el cabello acartonado. Las gominas no dejan el cabello bonito porque quitan brillo y volumen y ya no gustan. Las espumas, tampoco. Se busca definir la forma pero con efectos sueltos.
¿Y abusar del secador?
Deshidrata porque aplica mucho calor y daña la cutícula aunque tampoco es lo peor. Mucho peor es una coloración agresiva. No conviene pegar mucho el secador y respecto a la plancha, pasarla sólo una vez, no una detrás de otra. Es mejor no luchar contra lo que tienes para evitar caer en una esclavitud. Si lo tienes rizado, sácale partido y si lo tienes liso, lo mismo.
¿Qué cortes son los más demandados?
Las chicas cuanto más jóvenes, más largo lo llevan, aunque ahora hay una tendencia al corte medio porque marca un cambio. Si un cabello no se cuida bien, puedes necesitar incluso cortar las puntas cada mes. Pero si se trata de forma natural sin restos de coloraciones antiguas, puede aguantar tres meses sin que pase nada. Es verdad que en los cambios de estación, siempre se corta más.
Ha sacado a relucir la polémica de las puntas y la leyenda de que los peluqueros cortan más de lo deseado…
En nuestro salón tienes que decir exactamente lo que quieres cortarte y así lo haremos aunque podamos aconsejar algo diferente. Cuando hablamos de puntas, suelen ser un par de centímetros.
¿Hay que ir cortándose el pelo con la edad?
¡No! Eso es un mito. Hay mujeres mayores, con melenas preciosas porque se las cuidan.
¿Quiénes marcan las tendencias?
Las modelos y las actrices porque los peluqueros, no. A veces en los congresos te enseñan pelos que dices: esto no se lo puedo hacer a nadie en mi salón porque si se lo hago a alguien, ya no vuelve. La gente no quiere estridencias. Recuerdo que nuestras primeras clientas en Doctor Moliner decían: hemos entrado porque hemos visto que vuestros pelos eran normales. En mi caso, me voy fijando cómo lleva la gente el pelo por la calle y a veces veo que se preocupa mucho del cuadro con tratamientos faciales pero poco del marco, que es el cabello. Si un cuadro no tiene marco, puede quedar bonito pero si lo hay, no lo tienes roto ni estropeado.
¿Ha cambiado sustancialmente el consumo de peluquería?
Antes, las señoras no se lavaban el pelo en casa y venían a peinarse. Ahora se lo lavan en casa y les hacemos el color, también por los cambios de higiene. Hoy por ejemplo, de unos 17 servicios, lo conocido como lavar y secar han sido dos o tres servicios y el resto, color.
¿Vamos más o menos que en otros países?
¡Mucho más! En otros países, la peluquería es mucho más cara y la gente no va a peinarse desde hace años. Cuando van a hacerse color, un ticket sube a 200-300 euros perfectamente, lo que aquí sería impensable.
¿Sobran peluquerías?
Se tiende mucho a independizarse sin calibrar la dificultad del ámbito empresarial. Detrás del salón hay mucho trabajo que no se ve y que se hace en casa.
¿Y economía sumergida?
Hay mucha competencia desleal. Nosotros llegamos a tener una empleada que sólo quería estar media jornada con nosotros y el resto, en su casa. De cara a los que estamos pagando, no es justo porque no se puede cobrar lo mismo que el que el que se cuelga una mochila y trabaja por las casas. Si la clientelela viera los números, le parecería hasta barato.
¿Los salones low cost les han hecho daño?
Antes me preocupaban pero ahora ya no. Los dueños no pueden ser buenos profesionales porque sólo atienden por tiempo. De algo lo tienen que quitar: los alquileres, los costes sociales de los trabajadores… son los mismos así que de algo lo tendrán que quitar y es en la atención al cliente. Suelen ser inversores pero no peluqueros.
¿Le gusta el estilo de la Reina Letizia?
Sigue buscando su estilismo y no lo encuentra. A mí me convence más como lo lleva últimamente en vez de las melenitas más cortas. Entiendo que le tienen que hacer de todo y no va a ir siempre con el mismo peinado como la Reina Sofía.
Pilar Tamayo
Fotos: Vicente Rupérez – Tamayo Fotografía