Aisha Syed Concierto benéfico a favor de la Cruz Roja Española en el Ateneo Mercantil de Valencia
Si alguien puede sacar el alma de un violín es sin duda Aisha Syed, tenerla el sábado 19 mayo en el Ateneo Mercantil de Valencia, a las 19:00 h, acompañada por la pianista Aida Velert con motivo del concierto benéfico a favor de Cruz Roja Española, es un privilegio. Una increíble iniciativa del Centro Cultural Juan Bosch ha hecho realidad que el concierto se pueda celebrar en el Ateneo Mercantil de Valencia.
Las entradas se pueden adquirir en el Centro Cultural Juan Bosch:
Cta Bankia. ES33 2038 6425 1960 0011 9300
Colaboración: 5€
Indicando nombre para reserva de las entradas.
Información y Reservas: +34 627 62 49 02
C.S. – Aisha Syed siempre comprometida por las causas nobles, vamos a tener el honor de escucharte en el concierto benéfico a favor de la Cruz Roja Española. ¿Coméntanos?
A.S. – Estoy súper feliz de estar en esta ciudad por segunda vez. Agradezco, en gran manera, al Consulado de la República Dominicana y al Centro Cultural Juan Bosch quién ha tomado este concierto como una oportunidad en la cual, nosotros, los dominicanos nos integremos a ese sentir de ayudar mutuamente en este hermosísimo país del cual realmente nuestra cultura tiene mucho en común. Es de gran felicidad de poder contribuir a una causa tan hermosa, una organización que ha hecho tanto por la humanidad, no solamente en este país sino mundialmente hablando. También poder visitar algunos lugares que estaremos yendo para poder inspirar a niños, a jóvenes y a personas que están enfermas
C.S. – ¿Qué programa escucharemos el sábado 19 de mayo a las 19:00 h. en el Ateneo Mercantil de Valencia?
A.S. – Tenemos una mixtura, clásicas dominicanas, piezas clásicas españolas y piezas clásicas de compositores que son renombrados dentro de la rama de la música clásica: Manuel de Falla, Pablo de Sarasate que son ambos españoles, tenemos a Julio Alberto Hernández y Rafael Solano que son ambos Dominicanos. Paganini, etc y otras sorpresitas.
C.S. – Hay una cosa que a mí me asombra, tus conciertos son novedosos con unos matices que empatizan al momento con el público. ¿Por qué son tan diferentes?
A.S. – Para mí es muy importante que el público se sienta incluido, no excluido. Uno de los más grandes intereses es poder promulgar la música clásica, predicarla alrededor del mundo; para hacer eso es importante tener cosas novedosas en los programas, nunca saliéndome de la línea clásica. Me siento muy orgullosa de compositores latinoamericanos que tenemos, artistas no solamente que ya han fallecido, que aún están vivos y traer esta marca-país en cada uno de mis conciertos es sumamente importante. Ahora estamos en la gira #GoldenLandWorldTour, acabamos de estar en Madrid, justo antes estuvimos en México haciendo dos conciertos, uno de ellos en el Palacio de Bellas Artes; en Boston, en el Carnegie Hall de Nueva York y en mi país hicimos una gira nacional el mes entero de Abril incluyendo al Teatro Nacional, etc entonces para mí es muy importante llevar esta marca-país.
C.S. – Aysha Syed ¿Cómo explora la música?
A.S. – Bueno, para mí, es un proceso claro de mucha inspiración pero también de mucho trabajo y de mucho detalle, yo estudié en Yehudi Menuhin School, por la gracia de mi Señor Jesús, becada por el gobierno británico y luego accedí al Royal College of Music en Londres becada completamente por la Universidad y la Realeza Británica. Por lo cual, me siento muy honrada y agradezco mucho a Gran Bretaña quiénes han aportado grandemente al desarrollo mío como estudiante, como intelectual.
Es muy importante pasar por esos procesos en los cuales uno depura la técnica, depura esas ideas musicales porque no es solamente presentar un producto meramente agradable al público sino algo que tenga peso, porque me encanta lo que hago. Me encanta la música clásica como Beethoven, Brahms, Julio Alberto Hernández, Manuel de Falla, entonces poder hacer justicia a las obras de esos compositores es el rol principal.
C.S. – Cuando eras pequeñita y terminabas lo conciertos lo primero que pensabas era (risas) comerte un pastel de chocolate. Ahora, ya de mayor, al acabar una actuación lo primero que te surge es ¿la responsabilidad o decir qué a gusto me he quedado porque lo he dado todo?
A.S. – Trato siempre de darlo todo, obviamente son muchos los factores que influyen, el mismo clima, no solamente con mi cuerpo sino con el instrumento. El director, si es una orquesta que me está acompañando, cómo está psicológicamente el director, cómo están psicológicamente los músicos y cómo estoy yo también. Ya tengo mi rutina, yo sé lo que me funciona y lo que no.
C.S. – ¿La técnica?
A.S. – Exacto, dos horas antes del concierto estoy básicamente camino a la sala de conciertos, me gusta cambiarme en el sitio, me gusta prepararme sola. Poder calentar, eso es muy importante porque salir al escenario así, en frío, no es lo más recomendable para los músculos. Después de un concierto me encanta compartir con la familia sí estoy con ellos, pero en la mayoría de casos, cuando no tengo a la familia pero sí tengo gente muy hermosa y muy cariñosa como el caso del Señor Cónsul y de Nancy, la directora del Centro Cultural Juan Bosch.
C.S. – Gracias al Centro Cultural Juan Bosch se ha organizado el concierto benéfico a favor de Cruz Roja Española.
A.S. – Compartir con personas y conocerlas a fondo es una experiencia muy linda y es una de las bendiciones que esta carrera lleva porque uno va por el mundo conociendo gente preciosa, gente que le aporta a una muchísima inspiración.
C.S. – A que sí, esa sinergia que no se puede aguantar, esa inspiración.
A.S. – Gente como tú también.
C.S. – Muchas gracias. Aisha a muchos músicos que he entrevistado tenéis como similitud que amáis los retos, sois muy profesionales, humildes y os crecéis en el escenario.
A.S. En mi experiencia mientras más grandes han sido los músicos que yo he conocido he podido recibir lecciones como es el caso de Mstislav Rostropóvich que ha sido un músico grandioso, él fue el presidente de la escuela donde yo estudié y tuve la oportunidad de tocar con él dos veces, él murió en 2007. Y veía la humildad tan gigantesca de gran hombre que había tocado el siglo pasado con las leyendas del violín como Sviatoslav Richter. Y viene y me dice tantas historias de tú a tú a una niña de 14 años y en una ocasión, la reina creo que era de Grecia, estaba esperándolo fuera del camerino y decidió verme a mí primero después del concierto que hicimos. Entonces, ver ese tipo de cosas me hacía pensar en una persona tan grande como él, yo no me podía creer esto, lo que me estaba pasando. Como cristiana a veces nosotros somos un poco contrariados. La Biblia dice que se recibe dando, se vive muriendo y se es primero siendo el último, entonces para mí el gol número uno en esta vida es poder servirle a Dios por ese
fin y bueno ya en la eternidad si estaremos gozando de todo.
C.S. – ¡Me estas erizando la piel!
A.S. – Que la vida, eso comentábamos, ahorita es importante hacer todo con un propósito ya sea hasta inclusive darle las gracias a Dios por el plato que uno está comiendo. Creo que todo lo que pasa en nuestra vida está hilvanado con algo mucho mayor que nosotros, para mí, definitivamente es Jesús.
C.S. – Totalmente. ¿La primera vez que tocaste con un Stradivarius qué sentiste? Te lo pregunto no por el valor económico del violín sino por el otros valores…
A.S. – Es verdad lo que dices, el Stradivarius que utilicé en el Carnegie Hall de Nueva York ascendía a los siete millones de dólares. Para poder estar en el escenario del Carnegie Hall con un instrumento así y luego recibir críticas por ejemplo de Strings Magazine que es una revista súper renombrada dentro de la música clásica, fue de gran bendición y creo que el Stradivarius también tuvo mucho que ver con eso porque el sonido que la audiencia puede experimentar es excelente; este otro violín es italiano igualmente tiene más de 300 años, Antonio Spelizono y gracias también igual que al Stradivarius a mi patrocinador Florian Leonhard F. en Londres y Nueva York ellos tienen oficinas en ambas ciudades.
C.S. – A través de la Fundación Music of Life becáis a más de 50 chavales. ¿Os dais cuenta la semilla que va a dar unos frutos estupendos?
A.S. – Mi madre es mi manager pero ella como cristiana, más aún que yo, me dijo: mira Aisha tenemos que dar y hacerlo oficialmente; entonces ahí fue cuando decidimos hacer Music for Life. Ella ya había estudiado la trayectoria del fundador de mi escuela, Yehudi Menuhin. A nosotros, los estudiantes nos obligaban a ir a tocar a hospicios, a escuelas,etc. Y yo me decía ¿para qué nos está mandando a tocar a estos niños estudiantes de escuela que ni siquiera están interesados en la música? Y ahí no lo entendía pero después, cuando pasan los años y digo: ¡wow! Porque esas semillas van a dar frutos en el mañana y especialmente en mi país. Poder hacerlo en mi país significa mucho, especialmente porque tenemos mucha necesidad dentro de la música clásica pero mucho talento también. Entonces algo muy enriquecedor, gracias a Dios, por la Fundación que tenemos y podemos hacer un festival cada dos años, se llama “Música con propósito” y ahí es donde becamos a más de 50 niños. Llevamos a Mark Messenger desde Londres, es el director de Cuerda del Royal College Music. Todos estos niños son becados totalmente. Estamos hablando de un señor que para dar una clase hay que pagar cientos de libras esterlinas.
C.S. – Si un niño/a o persona sorda volviera a escuchar ¿cuál sería la música que debería escuchar por primera vez?
A.S. – Sin pensarlo dos veces te digo: algún movimiento de las partitas Sonata N. dos de Johann Sebastián Bach es una de las piezas que a mis 8 años me enamoraron del instrumento, de la música clásica. Comencé a estudiar, copiando a mi hermana como quien dice, quién era la que primero practicaba el violín. En especial me quedaría con la Chacona de Bach.
C.S. – En Valencia amamos la música. Un mensaje para los músicos que no “deben tirar la toalla” y seguir para que su sueño se haga realidad.
A.S. – En la vida todo es difícil, sea lo que sea que uno quiera hacer es difícil si lo quiere hacer de una manera excelente, entonces, usualmente esas personas que llegan a cierto nivel, a tener cierta trayectoria es porque han pasado mucho por detrás, mucha, sangre, mucho sudor. Definitivamente que no se rindan que lo que vale la pena en la vida no es fácil. Si te está costando un poquito de trabajo es porque vale la pena y para mí, poder dedicarle todo a Dios es lo primero. Y segundo querer dar para atrás tanto que de lo que uno recibe todos los días, el sol, el oxígeno es un regalo grandioso todos los días. Caminar, que podamos ver a nuestros familiares es una gran bendición y tenemos que abrazar todo eso diariamente porque la vida es un segundo básicamente.
Entrevista realizada por Carmela Sánchez
Fotos realizadas por J. Félix Gimeno
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