Palau de Pineda, el "vecino" más solemne de la Plaza del Carmen
Actualmente es sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo desde 1992 y es parada obligada de la ruta de los palacios de València. De fachada neoclásica caracterizada por su extraordinaria simetría, sobresalen sus dos remates a modo de torres en los lados y una gran puerta en el centro sobre la que se sitúa el escudo de armas de los Pineda con fecha de 1732, que podría ser la propia de la fundación del edificio.
El Palau de Pineda dispone de dos pisos con grandes balcones y al entrar por su puerta da acceso se puede contemplar un amplio zaguán con techo de viguería de madera sujetado por cuatro grandes arcos de piedra. Y ya más al fondo un patio donde durante siglos pasados hubo un frondoso jardín. Tras años de abandono y especialmente afectado por la riada del 57, fue restaurado en 1991 y convirtiéndose así un año más tarde en sede valenciana de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo donde además la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia y la Diputación de Valencia colaboran con la propia UIMP para el desarrollo de su oferta de actividades.
¿Quién era Pineda?
El Palacio de Pineda recibe su nombre del Intendente General de los Reinos de Valencia y Murcia y Justicia Mayor de la ciudad, Francisco Salvador de Pineda, una autoridad importante en el este peninsular del siglo XVIII.
El Palacio, que en su día tardó 5 años en terminarse, no tuvo un origen nada claro. Según cuenta el historiador J. Diez Arnal, el propio Pineda que era el encargado de recaudar los impuestos de la ciudad, malversó parte de éstos para construirse este palacio. Al ser descubierto, fue apartado de su cargo y “desterrado”.
De Francisco de Pineda primer propietario de la casa, se puede decir que estuvo casado con Francisca de Paula Negrete y como encargado que era de la recaudación de impuestos, malversó los fondos para construirse este palacio, por lo que fue apartado de su cargo y alejado de nuestra ciudad sin que ello supusiera pena accesoria alguna.
En 1902 el Palacio de Pineda fue ocupado por los Padres Maristas y en 1918 sería comprado por la Congregación de Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles donde vivió su fundadora Santa Genoveva Torres Morales y en el cual permanecieron hasta 1978.
Con el paso de los años, en el palacio vivieron ancianas y mujeres que por estudios o trabajo se desplazaban hasta Valencia y no tenían donde alojarse, con capacidad para unas 60 personas. Frente al mismo presidiendo una zona ajardinada la estatua dedicada al pintor Joan de Joanes.