Convent Carmen: "No nos valía cualquier edificio, ni cualquier emplazamiento"
¿Cómo surge una idea tan original?
Desde hace algún tiempo, pensamos que la hotelería urbana no está aportando demasiado al turismo en las ciudades. La vemos como un negocio despersonalizado, puramente extractivo, que ocupa un edificio y saca partido del contexto, pero que no se relaciona ni dialoga con él. Queríamos ir más allá, desarrollar un concepto de hotelería urbana que se anclara al lugar en el que nace, que entendiera la relación entre negocio y ciudad como el verdadero resorte que promueve un turismo más consciente, responsable y enriquecedor, en el que no solo el hotel gana.
¿Cómo se gestionó la idea de ocupar un auténtico Convento con varios siglos a sus espaldas?
El concepto en el que veníamos trabajando es exigente y requería un lugar singular. No nos valía cualquier edificio ni cualquier emplazamiento. Así que durante algo más de un año nos dedicamos a analizar posibilidades minuciosamente, hasta casi 40, literalmente. Tras varios intentos, una tarde de mayo de 2016 recalamos en el Convento de Santa Teresa y San José, que conocíamos bien pero que creíamos imposible hasta esa visita. A partir de entonces todo fluyó. El concepto inicial creció en direcciones imprevistas y mejores, y el lugar se prestó a ello. Visto con la distancia, un encuentro así parecería predestinado. El resultado, aún incompleto y en permanente revisión, es Convent Carmen.
Convent Carmen no solo es un espacio para tomar algo con amigos, es cultura al final y al cabo…
Creemos que la cultura es un motivo para la socialización y para la construcción personal. Donde hay cultura siempre hay curiosidad y aprendizaje, y cosas así merecen ser compartidas. Convent Carmen nace con el compromiso de una programación de ocio cultural estable, diversa y de calidad, y siempre abierta a la ciudad. Hasta el momento hemos dado cabida a debates, talleres infantiles, sesiones de cine, conciertos acústicos y alguno eléctrico, foros temáticos, seminarios, presentaciones de libros, clases de yoga o de tonificación, alguna exposición, batallas literarias y de ilustradores… Aún estamos explorando las posibilidades del lugar y aprendiendo de él.
¿Qué puede encontrarse la gente que aún no lo conoce?
Tal vez, durante estos primeros meses la dimensión cultural del proyecto ha adquirido más relevancia y esto ha eclipsado otra de sus dimensiones, la puramente gastronómica. Nos sigue llamando la atención cuando la gente atraviesa la nave de la iglesia, accede al jardín y se pregunta cómo puede estar algo así en pleno centro y no haberlo visitado antes. En el jardín dispusimos diversos contenedores de barco que, en realidad, contienen cocinas profesionales desde las que se preparan, en este momento, más de 50 propuestas culinarias. Queríamos exceder las expectativas de las concentraciones de food trucks, ofrecer más variedad y más calidad, y por eso toda esta parte está dirigida por Miguel Ángel Mayor, cocinero que acredita una estrella Michelin en el restaurante Sucede. Estamos seguros de que platos como el wok de verduras o el sándwich de pastrami no tardarán en formar parte de los listados ineludibles de la ciudad.
El nombre nos suena a Convent Garden (Londres), ¿tiene algo que ver o casualidades?
Pura casualidad. El nombre obedece a la identidad del espacio, es un convento (el Convento de San José y Santa Teresa), y a su emplazamiento, en pleno barrio del Carmen. ‘Convent’ es una palabra que se escribe igual en valenciano y en inglés, y queríamos dejar también patente en la marca el concepto que hay detrás: un hotel que echa raíces en lo local, pero con espíritu abierto al mundo.
Las reformas aún no han terminado…
Nos falta precisamente el hotel, que da sentido al trabajo actual y que prevemos que estará listo durante la segunda mitad de 2020. Contribuirá a que la puesta en escena sea completamente redonda.
¿Cualquier empresa puede llevar a cabo un evento en Convent Carmen?
Así es. La singularidad del espacio nos permite poder abarcar multitud de propuestas, desde pequeñas reuniones a encuentros que requieren una organización de mayor escala. Disponemos de una unidad de trabajo que se ocupa específicamente de los eventos, que en muchas ocasiones conviven con la rutina de funcionamiento de CC y con la propia programación cultural. Propiciar esta convivencia y que todo suceda con normalidad es justamente una de las razones que hacen de este proyecto algo maravilloso.