El Palacio de los Eixarchs, un monumento histórico amenazado de ruina en plena Plaza de Brujas
Un auténtico vestigio histórico de la Valencia medieval que adolece al paso del tiempo, apuntalado para evitar su completa decadencia y de la que nadie hace nada para rehabilitarlo. Consultado por fuentes de este portal nos aseguran desde el Ayuntamiento que “la propiedad del Palacio es privada” y de ahí a que no se pueda hacer mucho más para evitar la decadencia que sufre.
La rehabilitación del Palacio de los Eixarchs, qué duda cabe, revitalizaría aún más los aledaños del Mercado Central y el inicio de la Avenida del Oeste al ocupar un lugar privilegiado en la misma Plaza de Brujas. Sin embargo todo apunta que, de momento, continuaremos viendo como sigue abandonado.
Levantado en el siglo XIV, en él “todavía se aprecian las reformas de los siglos XVIII y XIX sobre la primitiva construcción medieval”, según el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia. Tiene su fachada principal en la calle Eixarchs y la posterior a la calle Belluga y en realidad está formada por lo que en su origen fueron dos palacios, que recibieron un nuevo recubrimiento de fachada en el XVIII.
Los números 5 y 7 forman una unidad mientras que el número 9 se puede considerar independiente. En la primera unidad destaca el gran alero de madera que remata el edificio en sus dos fachadas, aunque en el siglo XIX fue nuevamente remodelado. El número 9 es, en la actualidad, un convento, que fue sometido a una adecuación de dudoso resultado en 1977.
Cuál es la postura del Ayuntamiento
En marzo de este año, la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales del Ayuntamiento de València, Glòria Tello, presentó en la Junta de Gobierno Local diversos informes para iniciar los trámites con el objetivo de declarar Bien de Interés Cultural (BIC), como monumento, los Palacios de los Eixarchs mediante carta certificada a la Conselleria de Cultura.
Su interior
En su interior cabe destacar elementos de gran valor como una cocina monumental en el entresuelo, la capilla de San Ignacio de Loyola, la escalera principal del siglo XIX y la trama y el paisaje urbano tradicional del Carrer Exarchs.
Su declaración como BIC permitiría su preservación en las mejores condiciones posibles y garantizaría que las futuras generaciones puedan disfrutar de un monumento histórico valenciano que hoy en día continua abandonado.