Los secretos arqueológicos que esconde la calle del Micalet
Actualmente si pasamos por ella, vemos como el edificio en cuestión se encuentra cerrado. Un cartel avisa de que en su interior se están realizando trabajamos arqueológicos. Y es que hace pocos meses se descubrió un auténtico tesoro que, cierto es, a pocos sorprendió.
Esta parte de Valencia, la de la Ciutat Vella, es dónde nació la ciudad y su subsuelo esconde infinidad de tesoros que en diferentes capas se acumulan para, quizás, no ser descubiertos jamás. O sí… las excavaciones arqueológicas que la Conselleria de Hacienda está llevando a cabo en el Palacio de Calatayud han sacado infinidad de tesoros que poco tendrían que envidiar al museo de La Almoina.
Los restos encontrados y sobre los que se está trabajando son el mayor muro de época romana en la ciudad que conserva parte de su revestimiento de placas de mármol. Era uno de los grandes edificios monumentales que rodeaban el Foro de Valentia entre los siglos I y II d.C y llegó a medir 2,25 metros.
También el antiguo trazado de la calle Micalet, cuya modificación se realizó en 1800, año que coincide con la construcción de la actual Casa Vestuario. La antigua calle Micalet era mucho más estrella que la actual, ya de por sí pequeña, y que coincide en el tamaño de las antiguas calles romanas de Valencia.
De hecho, en la pared medianera con la Casa Vestuario también se ha descubierto un antiguo muro, que alcanza dos plantas de altura que data del siglo XIV y quedará finalmente visible e integrado en el futuro edificio de la administración autonómica.
Los trabajos han recuperado también restos del pasado islámico de la ciudad como una fuente rodeada de tuberías cerámicas, una canalización de suministro de agua y diversas estancias de un edificio que podrían pertenecer a antiguos baños árabes. Además de pavimento romano de época imperial (siglos I y II d. C.), fuentes y una lápida con inscripciones romanas.