¿Quién era el Poeta Querol que da nombre a la actual milla de oro valenciana?
Aunque la milla de oro valenciana ya no es lo que era a finales de los 90 y principios de los 2000 -de hecho se ha abierto recientemente una tienda típica de souvenirs- aún son muchas las grandes marcas como Loewe que resisten a ese amago de completa decadencia que amenaza constantemente este importante calle que alberga también un lateral del Teatro Principal, el Palacio del Marqués de Dos Aguas e importantes paradas de autobuses que comunican la periferia con el centro de la ciudad.
¿Quién era Poeta Querol?
Su nombre original era Vicente Wenceslao Querol Campos, un vecino de Valencia nacido en 1836 y que se convirtió en uno de los poetas valencianos más importantes de su generación. Vinculado al realismo, murió en el municipio de Bétera el año 1889.
El poeta Quero estudió latín en las populares Escuelas Pías y más tarde la carrera de Derecho en la Universidad de Valencia, para ejercer más tarde como abogado. Sin embargo el mundo de la jurisprudencia nunca le apartó de su auténtica pasión: la poesía.
Querol ganó un certamen poético de la UV celebrado con motivo del IV Centenario de la Canonización de San Vicente Ferrer, allá por la mitad del siglo XIX. La lectura de esa poesía en la Academia de San Carlos le dio una popularidad importante en la sociedad valenciana de la época.
Fue un autor prolífico y publicó diversas poesías en castellano y valenciano en medios de tanto renombre como El Miguelete, La Opinión, Las Provincias, El Pensamiento de Valencia, Revista de Valencia y La España Moderna.
Más tarde se decidió a fundar la Sociedad Poética La Estrella con su amigo Teodoro Llorente Falcó, que fue a su vez otro de los promotores del renacimiento literario valenciano al iniciar los juegos florales de Valencia en 1859.
Aunque solo imprimió un libro poético en vida, Rimas en 1877 y ese mismo año se trasladó a vivir a Madrid para trabajar en la compañía nacional de ferrocarriles. Más tarde, el poeta Querol vivió un tiempo en París, llegó a ser presidente del Ateneo Científico de Valencia y fue reconocido incluso como Caballero de la Orden de Carlos III y de la de Cristo de Portugal.
Sus obras, donde abundan connotaciones bíblicas, llamó la atención del mismo Miguel de Unamuno.