Mens sana in corpore sano, los beneficios del yoga
No fue hasta finales de la segunda mitad del S.XX cuando el yoga empezó a hacerse popular entre las clases más altas. Era símbolo de distinción y espíritu cosmopolita, algo muy alejado de su verdadero significado. Una nueva disciplina oriental que conquistaba occidente a pasos agigantados pero donde pocos conocían su verdadero origen y su verdadera utilidad. Poco tardó en propagarse por todos los estratos sociales y la gente que lo practicaba empezó a multiplicarse y a familiarizarse con los beneficios que aportaba el practicarlo con regularidad. Hoy en día, son millones los que practican esta técnica fuera de su país de origen, India, y los institutos, academias y particulares, cualificados o no, que lo imparten no paran de crecer.
Sin embargo, ¿cuál es el origen real del yoga? ¿cuáles son sus beneficios?. Según la mitología hindú, el yoga es de origen divino y ya era practicado por los dioses. Según otras estimaciones, es una disciplina milenaria con una tradición de 2000 años que empezó a utilizarse por la más ancestral medicina India y no por la fábulaque vincula su aparición al pez Mat-sya que presenció cómo el Dios Shiva enseñaba a su esposa a ejercitar esta técnica y el pez al imitarlos se convirtió en hombre. Sin embargo fue antes, hacia el año 3.000 a.c cuando empezó a practicarse entre los Valles del Indo y Saraswati debido a la aparición de los primeros textos sagrados, los Vedas, donde se hace referencia a estos ejercicios, en el origen más remoto de la cultura hindú.
Para los hinduistas, budistas y jainistas, esta técnica ha estado siempre relacionada con el bienestar personal donde el control de la mente y el cuerpo van ligados. Hablan de una triple necesidad; la física, la psicológica y la espiritual o lo que es lo mismo, la salud y la actividad, el conocimiento y el poder y la felicidad y la paz, consiguiendo con ello equilibrio, bienestar y armonía. Sin duda, el yoga es mucho más que un completo ejercicio del cuerpo que mejora la movilidad ósea. También es, para quienes lo practican, un completo ejercicio espiritual que provoca la unión del alma individual con Dios, la concepción de que el verdadero yo es espiritual y no material y que el bienestar mental es tan importante como el físico.
Beneficios para las articulaciones, la mente y el corazón
Esta unión de cuerpo, emociones, mente y ser proviene desde la misma palabra yoga, ya que ésta deriva de la raíz “yuj” que significa unión. Y es ésta una de las técnicas más recomendadas para personas aquejadas de problemas mentales, que han proliferado en las últimas décadas debido al aumento del estrés y nuestro estilo de vida. El yoga proporciona beneficios que han sido comprobados por diferentes estudios como por ejemplo:
- Mejora las relaciones humanas y pausa caracteres agresivos e irritables
- Aumenta la flexibilidad general en músculos y articulaciones
- Desaparición de ciertos dolores y descarga de tensión
- Fortalece de músculos ayudando a prevenir caídas o contra dolencias como la artritis
- Fluidez en la respiración
- Corrección de malas posturas, sobre todo en la parte del cuello y la columna.
- Mejora la masa ósea
- Mejora la circulación
- Aumento del equilibrio
- Fluidez de la linfa para evitar infecciones
- Paz mental y relajación
- Mejora el ritmo cardiaco y descenso de la presión arterial
- Descarga de tensiones laborales y descenso del nivel de estrés
- Ayuda a aliviarse en estados de depresión
- Aumento de la serotonina, la “glándula de la felicidad”
- Ayuda a mantenerse en forma y como complemento a las personas que siguen algún tipo de dieta
- Aumenta la coordinación, el tiempo de reacción, la memoria y los niveles de coeficiente intelectual
- Idónea para personas aquejadas de nerviosismo
- Aumento de la autoestima