Si escuchas a L'Ampastratta amarás la música. Formato Innovador en el cual el Público es Partícipe.
Queridos/as lectores/as apreciemos lo que nuestra terreta nos depara, hoy quiero invitaros a emprender un viaje a través de 500 años de historia musical con el ensemble de música antigua L’Ampastratta, entrada gratuita el próximo domingo, día 18 de junio, a las 19:00 horas, en el Auditorio Municipal de Quartell. Escuchadlos y luego me comentáis, sus componentes han sabido atraer al público, pues magistralmente nos sirven de guía partiendo de los orígenes medievales de la música occidental europea, con extractos de las primeras polifonías trovadorescas y explorando la danza como elemento intrínseco de las composiciones, con ese aire fresco que tanto se agradece, interactuando con el público compartiendo la magia de la música.
Muchas veces he escuchado: música clásica, música de cámara, no gracias es muy aburrida; por este motivo esta invitación va dirigida a todos los y las amantes de la música ya que con L’Ampastratta supone una delicia cerrar los ojos y escuchar el revoloteo de las mariposas en un campo, las más interesantes y por ende, dificultosas improvisaciones que realizan en algunos temas desde la Edad Media al Barroco.
Comunidad Valenciana cuna de músicos y de cantantes ha tenido a bien darnos la unión de cinco jóvenes: Gabriel Belkheiri, flauta de pico, Lucía Ramírez, flauta de pico, Amparo Camps, violín barroco, Paula Molina, violonchelo barroco y Christian Berejano percusión, todos ellos no dejan lugar a la monotonía pues en su programa “Más vale trocar” se apuesta por un formato innovador en el cual el público es partícipe.
El canto también forma parte inspiradora de la función, y comento función porque escuchar la voz prodigiosa de Gabriel Belkheiri te transporta a los salones trovadorescos de los palacios ducales.
Los músicos de L’Ampastratta han llegado a un trabajo continuo, tanto en la búsqueda como en el perfeccionamiento de la música y me quedé perpleja porque rompían con la arquitectura clásica del concierto tradicional apostando por un formato innovador y progresista, desde luego cuando los escuché por primera vez en el Palacio de los Duques de Cervelló en Valencia (por cierto los domingos por la mañana visita gratuita, plaza de Tetuán, 3, Valencia) pensé: dentro de poco seguro que alguien sabrá apreciar su arte; me alegro mucho en comunicaros que han sido seleccionados dentro del proyecto nacional de música (MUSAE) para actuar el día 21 de junio en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid y han elegido nuestro portal digital www.viuvalencia.com para transmitíroslo, otra satisfacción más para todos nosotros que amamos nuestra tierra.
Una de los aspectos que más me gustaron son las flautas utilizadas por Gabriel y Lucía, que se corresponden con réplicas de modelos históricos tanto barrocos como renacentistas tardíos o 'Ganassi'. Las peculiaridades y diferencias entre ambos modelos radica en el sonido, pues las flautas Ganassi permiten obtener un sonido más potente y ancho, debido a la estructura semi-cilíndrica de su tubo interior (característica de las flautas más antiguas); mientras que las flautas barrocas permiten un sonido más fino, elegante, ágil y con más posibilidades dinámicas.
El violín que hace sonar la violinista Amparo es un violín original de principios del XVIII, proveniente de la República Checa, mientras que el violoncello de la violoncelista Paula es un violoncello original de 1770 construido por el luthier francés J.N. Lambert.
Estos instrumentos de construcción antigua se diferencian de los violines y cellos modernos, no tanto en la forma sino en el material, lo que posibilita un sonido más cálido, rico y suave. El arco también es diferente, pues éste presenta una forma convexa y no cóncava como en los instrumentos modernos, y debido al mayor tamaño del puente y a la constitución de las cuerdas, la emisión sonora de estos instrumentos es menor que la de los instrumentos modernos, razón que viene a justificar el hecho histórico que estos instrumentos no se hacían servir en auditorios como hoy en día, sino en iglesias y grandes palacios donde la acústica hacía correr más el sonido y lo mezclaba; de ahí que estos instrumentos no necesitasen proyectar tanto sonido.
Christian, percusionista del grupo, toca un tambor de marco, que es un tipo de membranófono que tiene el diámetro de su parche más grande que su profundidad y de una pandereta tradicional que permite que esos contrastes dinámicos sean más suaves y estén presentes a su vez en la mayoría de la música de danza.
¡Nuestra juventud es nuestro futuro!
Fotos cedidas por L’AMPASTRATTA
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