Entrevista a Paco Plaza, con [REC] nos sorprendió y con Verónica nos cautiva ¡Si no tienes miedo al miedo!
Paco Plaza, director de cine valenciano reconocido internacionalmente por [·REC] ataca de nuevo en las pantallas de cine con Verónica. ¿Recuerdan el expediente de Vallecas? La única vez que un inspector de policía puso en el informe que fue testigo de elementos sobrenaturales Paco Plaza es el encargado junto con un gran elenco de actores nóveles y reconocidos de “parir” una película de terror con la encantadora función de verosimilitud introduciéndonos en el año 1991, que muchos de nosotros conocimos. Sandra Escacena consigue implicarnos desde el primer momento, la espontaneidad de los niños Iván Chavero, Bruna González y Claudia Placer atrapan el corazón del espectador pero el papel de Sor Muerte, interpretado por Consuelo Trujillo, nos atravesará con su mirada. Ana Torrent, Leticia Dolera, Maru Valdivieso y Sonia Almarcha conforman un reparto excepcional para llevar a término Verónica. Festival de Cine Antonio Ferrandis del Cine Español y a Cines Kinepolis Paterna apuestan por los grandes directores de cine.
C.S. – ¿Paco Plaza cómo siente el miedo?
P.P. – Supongo que cómo todo el mundo. Es una sensación que sientes, un vértigo a algo que no conoces, a algo que no puedes controlar y que te hace sentir una especie de hormigueo y una excitación especial.
C.S. – ¿Y “eso” es lo que te motiva?
P.P. – A mí me encanta sentir miedo, me gusta muchísimo el pagar por sentir emociones, además el cine de terror.
C.S. – ¿Te sientes vivo?
P.P. – Te sientes vivo y te genera un refugio donde es seguro asustarte. A mí me da miedo la calle o la realidad, pero en el cine nada malo te puede pasar, todo es un pacto con la película. A veces sufres lo que estás viendo pero al final sabes que vas a salir a la luz.
C.S. – En Verónica tocas muchos temas pues Verónica no es solo una película de terror en donde se refleja guiños autobiográficos de tu tierra, Valencia, pero quiero destacar el miedo de la adolescencia, de superarse a sí mismo
P.P. – La película trata del paso de la infancia a la adolescencia, es el momento de la vida en el que tu voz cambia, tu cuerpo cambia, te salen cosas raras, pelos, bigote, es una voz de un señor que no sabes quién era y que en el caso de Verónica esto se agrava con el hecho de que la gente empieza a mirarte de una manera desconocida. Tu relación con el mundo cambia radicalmente; ya no es solo que tú no te reconozcas en las formas que está tomando tu cuerpo si no en la manera en la que te están mirando y en la manera que entras en el radar del resto del mundo y eso creo que degenera un desconcierto. He hablado con todas las mujeres involucradas en el proceso de la película, el momento de la primera menstruación, cuando alguien se le ocurre decirte “ya eres mujer” y tú dices: ¿Qué quiere decir esto exactamente? Me han arrancado de la infancia y entro en un club ahora. ¿Qué requisitos debo cumplir?
C.S. – ¿Qué conllevará?
P.P. – Exacto. Esa pubertad te está arrancando de esa infancia que vives súper feliz.
C.S. – Me ha gustado mucho el papel de Ana Torrent como madre obrera, madre trabajadora. Si me permites un guiño autobiográfico ¿Tus orígenes son de padres obreros?
P.P. – Mis padres, se dedicaban también a la hostelería, por eso hay muchas cosas Verónica que reconozco, esos horarios interminables…
C.S. – Ahí voy.
P.P. – Me es muy tierno en la película cuando aparecen los niños comiendo los cacaos en el bar porque cuando estaba con mis abuelos estábamos los hermanos esperando a que nuestros padres acabaran de trabajar; me interesa mucho que en el centro de los relatos no esté siempre un tipo de persona. No me resulta simpático cuando una persona es arquitecto y su mujer es diseñadora gráfica, me gusta que hayan personas que tienen un bar, niños que estudian y el padre no está y familias normales. Personas como las que yo conozco y gente con la que he crecido.
C.S. – ¿Dónde transcurre la película?
P.P. – En Vallecas, pero llegamos incluso plantearnos rodar en la avenida de la Plata (Valencia), que era el referente para mí. Iba a los Salesianos y cuando iba al cole atravesaba esos bloques de ladrillos rojos e infernales con todo tipo de criaturas en los sótanos y eso es lo que yo quería transmitir, ese momento de indefensión.
C.S. – Es un orgullo para un valenciano como es Paco Plaza que estés en el Festival de cine Antonio Ferrandis donde se reconoce directores a nivel nacional y que justamente haces siempre patria de Valencia. ¿Qué te supone? ¡Amunt València!
P.P. – Siempre ¡Amunt València! Estoy muy orgulloso de la tradición valenciana, estoy muy orgulloso de Blasco Ibáñez, de haber crecido en Ruzafa y de haberme emborrachado en el Carmen por primera vez (risas).
C.S. – ¡Que yo soy de la calle alta! (risas).
P.P. – Me siento muy valenciano. Como dice un amigo mío: “Tenemos lo peor de los catalanes, lo peor de los andaluces…
C.S. – ¿El qué?
P.P. – Tenemos una capacidad de disfrute de la vida, nosotros somos auténticos mediterráneos y tenemos una laxitud en las tareas que digamos yo no lo veo como un aspecto negativo si no como un saber vivir. Valencia es una ciudad que nos enseña a disfrutar de la vida y de vivir y no mirar atrás. Cuando estoy con alguien en el extranjero le explico en qué consisten las Fallas, no lo pueden entender. ¿Por qué se queman? Es que es así si no entiendes eso no entiendes Valencia.
C.S. – ¡Es el renacer!
P.P. – Es a fer la mà tot, volvemos, sabes, el resetear.
C.S. – Ahora que comentas el extranjero, del 7 al 17 de septiembre Verónica estará en el Festival Internacional de Cine en Toronto, uno de los más prestigiosos Festivales. ¡Qué Genial proyección!
P.P. – Sí, el Festival Internacional de Cine de Toronto es el escaparate para el cine mundial para Norteamérica, es un Festival muy importante y es la segunda vez que voy y estoy encantadísimo de volver con una película tan nuestra, tan autóctona.
C.S. – En el preestreno tenía la sensación de ver en los primeros 15 minutos un documental con bastante rigor, escuchando a Héroes del Silencio, con unos planos maravillosos y por este motivo quiero preguntarte ¿Cómo captas la cámara para sacar esos planos tan auténticos?
P.P. – Me alegra mucho que digas lo del documental porque era mi intención, porque quería que la película respirase, que fuera real, que esa gente fuera real, que la puedes reconocer, porque creo que cuando esos personajes son más auténticos y más creíbles es más fácil empatizar con ellos cuando les suceda cualquier tragedia.
C.S. – La ambientación muy buena porque es difícil recrear una época que has vivido y la tienes relativamente reciente, 1991 (en aquella época éramos un poquito más que adolescentes) y destacar la música de…
P.P. – Chucky Namanera, es Eugenio Mira, que es alicantino.
C.S. – ¿Qué indicación le referiste?
P.P. – Que se inspirase en la música de los giallos italianos, de la música de las películas de Darío Argento, Massimo Dallamano, Sergio Martino, una concepción de la música no discreta, o sea, que se note la música, que se entienda y que forme parte del discurso.
C.S. – En el primer día del casting de entres 800 chicas, eliges a Sandra Escacena como protagonista de Verónica ¿En qué te fijaste?
P.P. – De hecho, la vimos el primer día y seguimos seis meses viendo más.
C.S. – ¿Qué te transmitió?
P.P. – Tiene algo en la mirada, en la mirada de hablar que transmite inteligencia, sensibilidad, conectas mucho con ella. Te da la sensación de querer que le vayan bien las cosas.
C.S. – Primero enhorabuena y te voy a decir una cosa, los niños son una revelación “Antoñito” Iván Chavero, Bruna González y Claudia Placer son para los premios Goya. Son ¡Diamantes! ¡Qué naturalidad! Te emplazo en una próxima entrevista en los Goya. ¿Cómo puedes has podido interactuar con ellos para sacarles esa naturalidad?
P.P. – Los niños tienen una cosa que es que no interpretan, que viven los que le propones. La aproximación a ellos era muy documental, intentar generar situaciones que ellos pudieran vivir y nosotros estar grabándolas. El trabajo fue muy instintivo con ellos, no procesar intelectualmente las situaciones si no estar viviéndolas.
C.S. – ¿Por qué tienen que ir nuestros lectores/as a ver Verónica?
P.P. – Díselo tú (risas).
C.S. – Buen mensaje, te tomo la palabra (risas). Paco ¡Ha sido un placer!
Cartel de Verónica cedido. Fotos realizadas por J. Félix Gimeno.
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