8 cosas que quizás no sabías de Velluters
Algo más de 4.000 personas viven en sus edificios. Hasta no hace demasiadas décadas, la droga y la prostitución campaban a sus anchas, tanto que se le llegó a conocer como el “barrio chino” de València. Aunque estos dos hándicaps aún no han sido apartados del todo de sus calles, Velluters ya no es ahora como era antes.
8 cosas que desconocías de Velluters
1. Es uno de los 6 barrios que conforman el distrito de Ciutat Vella, de hecho el que está más al oeste del epicentro del cap i casal. Tiene al lado a la concurrida Avenida del Oest y al otro a la Gran Vía Fernando el Católico y el Mercado Central y el Carmen le pilla a unos pasos. Te contamos algunas de sus curiosidades.
2. Aunque se le conoce como Velluters oficialmente es el Barrio El Pilar, por el convento de Nuestra Señora de Pilar de la orden de los Dominicos que se fundó nada más ni nada menos que en 1611, la iglesia aún existe.
3. Sin embargo se le conoce como Velluters porque según cuentan los libros de historia a partir del siglo XV se instalaron en sus calles numerosos talleres artesanos de la seda y del terciopelo, claves en la economía valenciana durante esta época.
4. La construcción de la muralla medieval en 1356 por Pedro El Ceremonioso significó un antes y un después para el barrio. Pasó de ser unas simples casas repartidas de forma desigual entre la huerta a un área más “residencial”. A partir de ahí el barrio se desarrolló y significó un ensanche de València por este lado oeste.
5. Otro punto de inflexión en la historia del barrio de Velluters aunque este para mal fue la crisis de la industria sedera en el siglo XIX que hundió al barrio y lo condenó a un deterioró que duraría incluso cien años hasta su rehabilitación en los años 80/90 del pasado siglo.
6. Antiguamente estaba integrado en la ciudad, sin grandes avenidas ni separaciones pero la apertura de la Avenida del Oeste en la década de los 40/50 “aislaron” de alguna manera el barrio del núcleo más céntrico de Valencia.
7. La construcción de la calle de Guillem Sorolla entre Guillem de Castro y Barón de Cárcer significó también una apertura de un barrio que a principios del siglo XX había quedado demasiado apagado, con pequeñas y oscuras calles. Se empezaron a construir los edificios que hoy podemos ver.
8. Dicen que debajo de sus edificios se encuentran alguno de los mayores secretos arqueológicos de la ciudad que, sin embargo, parece que nunca verán la luz debido a la ausencia de solares y proyectos para la investigación.