Salaet i bo, un rincón con encanto en el centro de Valencia
Un gran error de los locales que deciden basar su oferta culinaria en montaditos es no prestarle la misma atención a todos los ingredientes que los componen, simplemente porque son montaditos pequeños, baratos y con poco margen de beneficio. Que ningún local de montaditos se hace de oro eso es de sobra conocido pero ofrecer un mínimo de calidad debe ser obligatorio para que el cliente vuelva y repita. Si no, el local a duras penas funcionará. Y es que, paseando por Valencia y por cada uno de sus barrios te encuentras de todo, desde montaditos donde hay más pan que condimento. Bares donde el pan incluso está correoso. Pero también locales con montaditos sublimes que merece la pena colocar entre los favoritos cara a repetir. Uno de ellos es Salaet i Bo, a un par de minutos de la Gran Vía Germanias, en el popular barrio de Ruzafa.
Salaet i Bo ofrece montaditos de calidad y verdaderamente diferentes conforme a los que puedes encontrar en las franquicias de montaditos y tapas, y también mejores que algunos bares y locales de la competencia en la ciudad. Se encuentra en la calle Carles Cervera, 22, a un tiro de piedra del mercado. Y el local ya se les ha quedado más bien pequeño. Sobre todo los fines de semana, Salaet i bo está llenísimo. No es de extrañar ya que sus montaditos son posiblemente algunos de los mejores de la ciudad con la perfecta conjugación entre tamaño, variedad, cantidad, calidad del pan y precio, quizás algo más elevado que los anteriormente mencionados locales en esta sección. Pero merece la pena pagar esa pequeña cantidad de más. No hay mucha diferencia.
Se trata de un gastrobar con cierto aire artesano y tradicional pero entremezclado con una decoración de diseño. ¿Qué tipos de montaditos son los más recomendables si decides ir a visitarles de nuestra parte? ¡Apunta! salmón y salsa tártara, berenjena, tomate seco y mozarella pesto y anchoa, riquísimo el montadito de carrillera al vino tinto con patata confitada, o el de crema de queso brie, parmesano y cebollino. La lista es mucho más amplia: tomate natural, morcilla choricera y cebolla caramelizada; mostaza, rúcula, champiñones, tomate cherry, salsa de miel y mostaza; jamón serrano con tomate; tramezzino (una especia de sándwich) con jamón Ibérico, queso Brie, rúcula y crema de tartufo y un largo etcétera. También destacan sus cazuelitas. Y sus copas a buen precio.
Apenas lleva un año en funcionamiento pero Salaet i Bo ha sabido corregir los errores que muchos locales de estilo cometen: el pan. Tostado en su justa medida. Ni frío ni demasiado carbonizado con la miga incluso esponjosa. Dispone de terraza y abre cada día a partir de las 6 de la tarde. Otro punto a su favor: que los montaditos tengan un cartel donde describen su contenido para ahorrarle al camarero tener que repetir las combinaciones una y otra vez, y elegir así más libremente. No se puede ofrecer más por menos.