Recomendaciones para conservar un ramo de flores frescas en casa
¿Has tenido la suerte de que te han regalado un ramo de flores y quieres conservarlas el máximo tiempo posible? Con una serie de consejos podrás conseguir que la vida útil de las flores frescas sea el mayor posible.
Preparación de las flores
El primer paso que hay que dar es preparar el ramo como nos comentan desde la floristería de Valencia Morris. Si el ramo es preparado por una buena floristería ya vendrá bien preparado, pero si no hay que darle un formato. No solo por estética, sino por durabilidad.
Desde la floristería Morris nos comentan que lo primero que hay que hacer es eliminar las hojas que puedan quedar en el interior del agua. Las hojas no deben quedar en contacto con el agua porque se descompondrán con rapidez y eso no beneficiará a la durabilidad de la flor. Cuando se generan bacterias, las mismas atacan antes a las flores y el ramo se pierde con más facilidad.
También es una buena idea analizar los tallos. Si no están en buenas condiciones haz un pequeño recorte para acondicionarlo. Así la vida útil de las flores será mucho mayor.
Corte de los tallos
El corte del tallo es muy importante. Ese corte siempre debe realizarse en diagonal y con unas tijeras bien afiladas para no provocar daños. El objetivo de realizar el corte en diagonal es que la planta pueda absorber con más facilidad el agua y así hidratar la flor durante más tiempo.
Los tallos con el paso de las horas y días irán perdiendo eficacia. En este caso desde las floristerías siempre recomiendan ir realizando pequeños cortes en los tallos cada par de días. Lo importante es que las vías de absorción tengan vía libre.
Apuesta por un jarrón adecuado
Aunque en muchas ocasiones se suele elegir el jarrón por el diseño, la verdad es que tiene más influencia de lo que pensamos en la durabilidad. Para que la flor pueda aguantar con más facilidad, el jarrón deberá ser alto y estar limpio.
Antes de poner las flores en su interior, se suele recomendar limpiar el jarrón con agua y jabón. Y tras lavarlo tendrás que enjuagarlo correctamente para evitar que el jabón pueda ir en contra de las flores. Si el agua está limpia, será más fácil mantener controladas las bacterias. Y como puedes imaginar, cuando las bacterias están controladas, la vida de las flores podrá ser mayor.
Pon conservantes para flores
Agregar conservantes al agua es clave para prolongar la frescura de las flores en un ramo. Estos conservantes, disponibles en tiendas de jardinería o floristerías, contienen nutrientes que alimentan las flores y sustancias que retrasan el crecimiento de bacterias. Si no tienes acceso a estos productos, puedes optar por soluciones caseras, como una mezcla de agua con unas gotas de vinagre y una pizca de azúcar, que cumple la misma función: nutrir las flores y reducir las bacterias en el agua.
Otra alternativa es agregar unas gotas de jugo de limón y una aspirina triturada, ya que la acidez del limón y los componentes de la aspirina ayudan a que el agua se mantenga limpia y facilitan la absorción de nutrientes. Cambia el agua cada dos días y vuelve a añadir conservantes para mantener el ramo fresco y vibrante durante más tiempo.
Apuesta por los cambios de agua
Cambiar el agua con regularidad es importante a la hora de eliminar las bacterias que ya están presentes en el agua. Como hemos comentado a lo largo del artículo, cuando la presencia de bacterias es inferior, las flores sufren menos ataques y en consecuencia duran mucho más tiempo.
Muchos expertos recomiendan que aprovechando el cambio de agua también se apueste por lavar el jarrón. Así se eliminan más bacterias. Tanto el cambio de agua como la limpieza se deberán realizar con agua a temperatura ambiente.
Un consejo, no pongas agua demasiado fría porque no es buena para las plantas y sobre todo para las flores. Cuando se opta por el agua fría, lo que se hace es que la absorción sea más lenta, es decir, la hidratación de las flores no será tan buena y se comenzarán a poner marchitas rápidamente.
Pon agua en los pétalos
Rociar agua en los pétalos es una técnica simple y efectiva para mantener la frescura de un ramo de flores. Usando un atomizador, humedece ligeramente los pétalos cada dos días. Este paso ayuda a compensar la pérdida de humedad, especialmente en ambientes secos, evitando que las flores se sequen o marchiten rápidamente.
Al aplicar esta técnica, asegúrate de no saturar las flores; un rocío ligero es suficiente para mantener su apariencia fresca y radiante. Al rociar los pétalos, contribuyes a prolongar la vida de las flores y realzas su color y textura natural.
Lo que está claro es que si pones en práctica los consejos que te hemos dado, las flores que tanto te gustan te durarán mucho más tiempo. Recuerda, cuidar las flores también será un mensaje claro hacia las personas que te ha regalado las flores, le estarás indicando que te preocupas por su regalo y que quieres que dure el máximo tiempo posible.
¿Qué flores duran más?
Algunas flores destacan por su gran durabilidad al ser cortadas, lo que las convierte en opciones ideales para mantener un ramo fresco por más tiempo. Los claveles son una de las flores más resistentes y pueden durar entre 10 y 14 días en un jarrón. Los crisantemos también son famosos por su longevidad, permaneciendo frescos hasta 3 semanas. Los lilis o lirios tienen una vida de entre 10 y 14 días, y se mantienen mejor si se les retira el polen, ya que este puede acelerar su descomposición.
Otra flor duradera es la alstroemeria, que puede mantenerse viva en agua limpia durante dos semanas. Las orquídeas son otra excelente opción, con una vida útil de 2 a 3 semanas. También, los anturios, conocidos por sus hojas cerosas y colores vibrantes, pueden durar hasta 3 semanas. Finalmente, aunque la vida de las rosas depende del tipo, algunas variedades pueden mantenerse frescas hasta por dos semanas con cuidados adecuados.