Utiel Requena, la ruta vinícola por excelencia de la Comunidad Valenciana
Imagen del vino valenciano por excelencia y uno de los más laureados de toda la Península Ibérica, realizar una ruta por sus tierras es comprobar la excelencia de unos paisajes únicos y una historia milenaria apoyada por verdes terrenos y un clima de envidia.
Estas características, sus rasgos mediterráneos aunque con influencias continentales, hacen que los vinos Utiel-Requena sean especiales, sobre todo los tintos y rosados elaborados con la variedad tinta Bobal que merece la pena degustar. Y es que con una superficie de casi 40.000 hectáreas, es el viñedo más extenso y homogéneo de la Comunitat Valenciana.
La región comprende nueve términos municipales como Caudete de las Fuentes, Camporrobles, Fuenterrobles, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y Villargordo del Cabriel. Una región con una historia vitivinícola de más de 2.000 años, como lo demuestran los importantes yacimientos íberos diseminados por la zona.
En la Edad Media (año 1265), durante el reinado de Alfonso X El Sabio se crea el “guardián de las viñas”, figura descrita en el Fuero de Requena. Ya en el XIX se vive un auge de la vitivinicultura en Utiel-Requena, ya que se aceleró el ritmo de nuevas plantaciones.
Pero no sería hasta 1887 cuando se inaugura la línea de ferrocarril Valencia-Utiel cuando se propició la formación de verdaderos barrios de bodegas en los alrededores de las estaciones.
En la actualidad, unas siete mil familias y más de cien bodegas viven de la vitivinicultura en la D.O.P. Utiel-Requena, por lo que el vino es el principal motor de la economía de esta región.
Tipos de vinos
Pero, ¿qué tipo de vinos nos podemos encontrar? La D.O.P. Utiel-Requena es una región de vinos tintos donde un 94,27 % de la superficie del viñedo está cultivada de variedades tintas. La variedad Bobal es la estrella de la Denominación de Origen Protegida Utiel-Requena, ya que supone un 80% de la producción. Es el segundo cultivo más extendido de vid en España tras la Tempranillo.
El clima y el suelo que necesita esta variedad autóctona, se adaptan perfectamente a los de la zona. Muestra preferencia por las tierras altas, con veranos cortos y secos, en los que desarrolla bien sus caracteres. La Bobal es una variedad con una gran resistencia, brota más tarde que otras variedades tintas, con lo que se protege mejor del riesgo de heladas primaverales.
Los vinos elaborados con Bobal tienen un color intenso y característico y un índice adecuado de taninos para el envejecimiento. Ofrece vinos tintos intensos de color, con mucho cuerpo y sabores complejos. Además, esta variedad es idónea para la elaboración de tintos de maceración carbónica, así como de rosados, ambos con tonalidades únicas y muy afrutados.
La variedad tempranillo es la segunda en implantación en Utiel-Requena y supone un 12 % del cultivo. Las variedades blancas representan un 5,73 % del viñedo de Utiel-Requena como la Tardana, también llamada Planta Nova o Coma, que es autóctona de Utiel-Requena. Es de maduración tardía, y la dureza de su piel hace que se prolongue su vida. Da vinos de suave color pajizo con tonalidades doradas, intensos en nariz, con aromas afrutados. En boca son frescos y equilibrados, muy estructurados y persistentes.