La historia del Teatro Principal de València
Aunque hubo un tiempo donde València estuvo repleta de más teatros y salas de cine, hoy en día la ciudad puede presumir de disponer de una completa cartelera para todos los gustos. En la concurrida calle de las Barcas, uno de los epicentros económicos y de oficinas más importantes de la ciudad, se levanta el Teatro Principal de València, todo un orgullo para los valencianos y uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
La historia de este teatro es amplia. Empezó tímidamente hace ya casi 200 años y hoy en día es uno de los teatros de gestión pública más importantes de España. En su día, el Teatro Principal fue el primer teatro construido en la ciudad. Hasta entonces, los vecinos de València debían conformarse con pequeñas representaciones callejeras o en alguna que otra sala no habilitada para grandes escenografías.
Ubicado en el número 15 de esta calle, la de las Barcas donde antiguamente se realizaban las barcas que utilizaban los marineros para pasar duras jornadas en alta mar, fue un proyecto inicialmente llevado a cabo por Filippo Fontana, un arquitecto italiano que empezó a vislumbrar como sería el primer gran teatro de València allá por 1774. Sin embargo, los planos originales no acaban de convencer y fueron modificados durante años. Tanto que su construcción no empezó hasta el siglo siguiente.
En 1832, València inauguraba su primero teatro aunque las obras no acabaron de rematarse hasta 1854. Una fachada elegante y grandilocuente con un interior rococó al más puro estilo de los grandes teatros europeos y neoyorkinos. Un acontecimiento del que se habló durante meses en la prensa de la época y donde para su inauguración se contó con ballets rusos procedentes ni más ni menos que de los teatros Metropolitan Opera House de Nueva York, Real de Madrid, Liceo de Barcelona, Gran Opera de París y San Carlo de Lisboa.
La ópera fue uno de los primeros grandes géneros que calaron en la programación del Teatro Principal de Valencia, de hecho entre los estrenos caben destacar El gato montés del maestro Manuel Penella en 1916 o La Venta de los Gatos, ópera póstuma del maestro José Serrano en 1943, entre otras muchas.
Desde entonces grandes clásicos, primeros actores, festivales y grandes eventos para la historia – el 16 de marzo de 1969 se presentó de forma oficial al público del popular cantante Nino Bravo y su conjunto, Los Superson- han hecho de este Teatro todo un referente de las artes escénicas de España.
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