Paula Serrano: ''Nos llaman 'caras nuevas', pero llevamos muchos años''
La actriz valenciana ha participado como coach actoral en el rodaje de 'Kepler 6º B' la última producción de Karra Hijaldre y Jorge Bosh rodada en la Comunitat. Paula Serrano empezó su carrera en la Escuela del Actor de Valencia y con 18 años abandonó su casa para formarse en el mundo actoral. 'El trabajo llama al trabajo' y por ello ha vivido 5 años en Londres, 7 en Madrid y 8 en México. Su actividad frenética en el mundo de la escenografía le ha llevado a crear su propia productora, Base Films, con la que realiza cortometrajes, actualmente en festivales. Recientemente, ha terminado su participación en 'Kepler 6º B'. Ahora está involucrada en la 'Sala Russafa' mientras arma el elenco de dos obras de teatro argentinas con actores locales.
¿Por qué volver a Valencia después de 20 años?
Quiero darle una oportunidad laboral a mi ciudad natal. En general a toda la profesión que se trabaja aquí. Valencia es una ciudad plató donde se está grabando sin descanso: 'La arqueria blanca', 'La ruta', 'Kepler 6º B', 'El juego de las llaves'
con tanta producción en auge, la capital está imparable.
Recientemente, se te ha concedido un premio a tu trayectoria profesional
El hecho que te den un premio de reconocimiento pone en valor mi trayectoria que es mucha y extensa. Tenía un poco de vértigo de volver de México a España, puesto que allí he tenido mucho nivel de trabajo seguido. Vengo en busca de nuevas oportunidades y Valencia me ha recibido valorando mi trabajo lo cual es muy reconfortante.
Has formado parte del equipo de 'Kepler 6º B'. ¿Sobre qué versa su trama?
La película es una fábula social. Habla de las relaciones tóxicas familiares. Dos personas que están solas en la vida, un hombre de 70 años y una niña de 12, que al encontrarse se dan fuerzas mutuamente. Se convierte en una relación de abuelo y nieta, lo cual les da razones para vivir porque ambos están a punto de tirar la toalla.
¿Cómo ha sido tu participación en esta producción?
Ha sido un honor estar en la parte no visible, esta vez no he estado de actriz sino de coach actoral. He acompañado a Daniela Pezzotti en su primer trabajo profesional. De hecho, el rodaje está lleno de muchas primeras veces. El primer largometraje de Alejandro Suárez Lozano; la primera vez de Daniela actuando; y mi primera vez como coach.
¿En qué consiste el trabajo de coach?
Durante dos semanas de ensayos buscábamos similitudes entre la vida de Daniela y el personaje al que da vida, Zaira. Mediante ejercicios situacionales identificábamos las intenciones del personaje, el conflicto de las escenas y los recursos que saca Zaira para conseguir lo que quiere. Es una niña muy rápida, con muchas ideas. Bueno, nos suena la picaresca española, ¿no? (ríe). Daniela es una actriz que aún no sabe lo buena que es. Esa inocencia ayuda a la hora de estar fresca y orgánica, puesto que le sale solo. Ser coach ha supuesto un reto, pero me veo preparada para seguir.
¿Has podido trabajado con alguno de tus referentes en el sector?
Siempre he admirado el trabajo de Jorge Bosch. Trabajar con él y verlo en directo ha hecho que lo admire aún más. Se respiraba respecto des del principio. Le comenté que ahora estoy montando el elenco de dos obras de teatro argentinas Sueño y fantaseo con que esté involucrado de algún modo.
¿Cómo son las producciones mexicanas frente a las españolas?
En Sudamérica hay mucha más producción que en España. Abren muchas puertas a los extranjeros porque somos muy metódicos. El género de la telenovela y del melodrama están muy estigmatizados lo que perjudica la visión sobre las producciones mexicanas. Se suele generalizar que la calidad de los proyectos españoles es mejor, pero recordemos la potencia de 'Narcos' o el biopic de 'Luis Miguel', en el que tuve un pequeño papel, y está disponible en Netflix.
Tenemos un menú extensísimo lleno de productos nuevos. Por un lado, es bueno porque hay más oportunidades. Pero por otro, siempre trabajan los mismos. Es muy favorable esta apertura para los denominados 'caras nuevas'. Nos llaman 'caras nuevas' aunque no somos nuevos. Llevamos muchos años solo que no somos cabezas de cartel. Digamos que no somos conocidos, pero estamos deseando entrar en proyectos.
En mi balanza siempre predomina estar en constante movimiento y pensar en proyectos nuevos con gente diferente. Siempre se puede dar un poquito más con el fin de llegar hasta el arcoíris del final del túnel. Chema Cardeña y la Sala Russafa son un trampolín muy bueno para incluirme en el mundo del teatro valenciano. Me fui muy joven de aquí, pero no podría estar en mejor sitio.