Pasado, presente y futuro del Palacio de los Valeriola, en la calle del Mar
De estilo neoclásico y situado en la calle del Mar, antiguo barrio judío de Valencia, el edificio perteneció a la familia de los Valeriola que llegaron a Valencia con la reconquista de la ciudad por Jaume I. Tras siglos como residencia privada posteriormente fue sede de la Imprenta Domenech, encargada de editar el diario de las Provincias y durante la Guerra Civil en él se editaba la Gaceta de la República, algo así como el equivalente al actual Boletín Oficial del Estado. En los ochenta del siglo XX, el edificio fue utilizado como pub con el nombre de Juan Sebastián Bach y más tarde como otro local de ocio, el Palacio de Las Ánimas. Fue aquí cuando este edificio fue cerrado para siempre. Demasiado importante para ser usado así a la ligera.
En el pasado este palacio se encontraba frente al desaparecido Convento de San Cristóbal que por su parte fue construido sobre una antigua sinagoga. Y su interior se distribuye de una planta baja, entresuelo, piso principal y segundo piso al que se accede mediante una escalera de piedra. En su estado original, en la planta baja se situaban las caballerizas, los almacenes y la zona de servidumbre. También se pueden encontrar pavimentos cerámicos del siglo XVIII, una pequeña capilla con cúpula pintada e incluso escudos del linaje de los Valeriola.
El futuro del Palacio de los Valeriola
El pasado mes de agosto, arrancaron las obras para convertir el Palacio Valeriola de València en lo que será su nuevo cometido: un centro de arte. Un nuevo acto altruista de la Fundación Hortensia Herrero que ya lo adquirió en 2016.
El conjunto de edificios será sometido a un proceso de rehabilitación integral para salvar su estructura y recuperar su valor patrimonial de la mano del estudio valenciano ERRE Arquitectura y estará acabado en 2021, cuando se espera su apertura.
Este centro acogerá tanto la colección privada de arte de la propia Hortensia Herrero como exposiciones temporales de artistas de reconocido prestigio nacional e internacional, así como conferencias y diversas actividades culturales promovidas por la Fundación Hortensia Herrero..
La intervención integral en el edificio prevé dotar al espacio de arte de una superficie construida de 3.500 metros cuadrados para poder desarrollar sus actividades. Con esta nueva infraestructura, València contaría con un nuevo espacio dedicado al arte contemporáneo y se suma así a la tendencia de otras ciudades europeas, que cuentan tanto con museos públicos como con fundaciones privadas sustentadas por muy diversos mecenas.
Además de las exposiciones y actividades que se realizarían en el Palacio de Valeriola, los visitantes del mismo tendrán otro aliciente para acercarse. Y es que en las primeras actuaciones que se llevaron a cabo se descubrieron las ruinas del antiguo circo romano de Valencia. Tras la intervención, esas ruinas quedarán integradas en la rehabilitación y podrán ser visitadas.