Practicar senderismo en el Moncayo, en pleno sistema ibérico
El sistema ibérico marca el nacimiento de ríos tan famosos como el Duero, el Tajo, el Turia, el Júcar o el Cabriel. Es una de las cordilleras de montañas más ricas de Europa en lo que se refiere al nacimiento de ríos fluviales y eso pese a que no se trata de una de las zonas de montañas más extensas.
Caracterizado por una gran extensión de encinares, matorrales y pastizales, es rico en vegetación así como en una importante variedad de reptiles, anfibios y aves, donde las rapaces destacan entre todas ellas.
Su punto más alto es el de Moncayo, a 2.313 metros de altitud. Esta montaña, también conocida como la de San Miguel y situada entre las provincias de Zaragoza y Soria, se ha convertido en uno de los puntos clave para los amantes del senderismo en nuestro país ya que también se trata de una de las cumbres de más relieve de toda la Península Ibérica.
Desde mediados de la década de los 70, forma parte del Parque natural de la Dehesa del Moncayo, con una actual superficie protegida de 9 848 hectáreas. Cuenta además con cinco rutas donde practicar senderismo en el Moncayo de primera categoría para el ascenso a la cima, lo que hace la delicia de los más aventureros y atrae un importante número de turistas al año.
Algunas de estas rutas se pueden hacer desde el santuario de Nuestra Señora del Moncayo, a 1.621 m; desde la Fuente de los Frailes, que se sitúa en una curva antes de llegar al santuario de la Virgen del Moncayo y caracterizada por su destacado desnivel y la dificultad que éste conlleva; desde la población de Litago, en la vertiente norte, a 1.349 m; desde la cueva de Ágreda y desde la vertiente soriana en Beratón, donde se empieza a subir por la pista forestal, entre robles y hayas. La duración estimada de estos ascensos es de entre 2 y 3 horas.
Practicar senderismo en el Moncayo se ha convertido en todo un aliciente para nuestra salud y cuenta cada día con más adeptos. Favorece un envejecimiento más saludable, evita la aparición de depresiones, mejora la salud mental y ayuda a ejercitar músculos y huesos. En definitiva, el contacto directo con la naturaleza ayuda a lograr estados de ánimo más favorables y esto se puede lograr en esta emblemática montaña.