Juan Diego Botto en Valencia - Todo Arte implica un compromiso
Entrevisté al autor teatral y actor Juan Diego Botto por su mensaje de Teatro y Compromiso, en la Fundación Cañada Blanch que apuesta por el cimiento de la cultura y la educación, entre otros objetivos. Me alegra saber de su nueva pieza teatral: Una Noche Sin Luna, texto Federico García Lorca y la fatídica noche de su asesinato que se estrenará en enero. No podía tenerlo delante de mí y, como persona implicada que es con su público, dejarle marchar sin preguntarle:
C.S. – ¿Qué es lo que te mantiene con ganas de no rendirte nunca ante las injusticias? Porque he comprobado que tus “valores” los exteriorizas en tus obras teatrales.
J.D.B. –Me gustaría darte una respuesta bonita, meditada y pensada pero la verdad es que no la tengo pero lo que me impulsa a escribir es la rabia de las cosas que pasan a mí alrededor; y dices: ‘hay veces que no sé qué hacer, tampoco tengo mucho valor cómo individuo pero tengo la capacidad de poder escribir y representarlo” y a veces, eso tiene un valor, la gente se conmueve y pasan cosas y si no, por lo menos, a mí me brinda la posibilidad de descargarme.
C.S. – ¿Una vía de fomentar la oferta cultural serían entidades como la Fundación Cañada Blanch que apuesta con el cimiento de la cultura y la educación, entre otros objetivos?
J.D.B. – El acceso a la cultura es un derecho recogido en la Constitución Española:”Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho” por lo cual se sobreentiende que son los poderes públicos los que deben crear las condiciones para que todos podamos acceder y los que intentamos fabricarla podamos llegar a hacerlo. Que fundaciones promocionen, financien e invierten tanto en teatro como en cine es una vía. De hecho en cine me consta que hay ayudas para que la gente pueda invertir en cultura teniendo una serie de desgravaciones, siempre que eso no descargue de responsabilidad a las administraciones públicas de seguir velando por el cumplimiento de ese artículo.
C.S. – Teatro y Compromiso son vitales para nuestro público. ¿El teatro es el arte más difícil del mundo? ¿Qué piensa Juan Diego Botto como autor y como público?
J.D.B. – Es un arte que tiene una complejidad propia, pero no me atrevería a decir que es más difícil que con otras expresiones artísticas similares como el cine o la tv. Tiene una serie de virtudes que permite que sea más próximo y más cercano, tiene una inmediatez y también por los costes que tiene que no tiene el cine o tv. Tiene menos filtros e intermediarios. Cuando escribes una obra de teatro hasta que la estrenas puede pasar cuatro o cinco meses que te permite hablar de cosas muy cercanas y muy pegadas a la realidad; lo que no pasa con el cine, porque pueden pasar tres años a cuatro años. Los filtros a la hora de levantar un película son enormes, tienen que pasar por el productor, pasar por una cadena de tv, pasar por el Ministerio de Cultura, buscar unas subvenciones o que alguien invierta particularmente grandes cantidades de dinero . En la tv ¡ni te cuento! Una historia tiene que pasar por ejecutivos que tienen que decidir que eso va a gustar a todos los segmentos de población de la cadena y no ofender a sus publicistas y anunciantes. Esto no ocurre en el teatro, puedes contar la historia que te dé la gana y encuentras un espacio relativamente más o menos grande, pero que es muy fácil que un teatro grande y público te reciba para contar la historia que tú quieras contar, por eso, en los últimos años, todas las historias más pegadas a la crisis se han contando en el teatro.
C.S. – A los medios de comunicación convocados nos indicó:
J.D.B. – EL Teatro que a mí me sale cuando escribo siempre tiene que ver con cosas que me apetece contar sobre la realidad del mundo que vivimos en realidad, en última instancia. El teatro es así, cualquier expresión artística está ofreciendo un punto de vista sobre el mundo que nos rodea y ese punto de vista nunca es acrítico, lo que ocurre es que solemos pensar que aquello se refuerza en las opiniones mayoritarias, por ejemplo, en la película “Air Force One” nadie diría que eso es cine político porque es una película que viene a reforzar las ideas mayoritarias, que la figura del presidente de EE.UU. es una figura heroica (eso lo sabemos todos porque hemos visto mucho cine americano); sin embargo si te pones a analizarlo es una cinta enormemente política, hay unos terroristas que un señor vence. Solemos hablar de teatro político con aquel que expresa unas ideas que va contracorriente con la idea mayoritaria, con aquello hegemónico. Todo arte implica un compromiso.
C.S. – Referente al arte y a la realidad en qué vivimos…
J.D.B. – Antropológicamente cuando el ser humano tiene la necesidad de dibujar escenas de caza en las paredes de una cueva es porque siente la necesidad de conocer a partir de la reproducción de aquello que vive continuamente, ficcionar la realidad que vivimos para tratar de comprenderla.
El arte nace de una necesidad humana, de puesta en común, de conocimiento. Todo aquello que no implica una necesidad social tiende a desaparecer y si el arte no ha desaparecido a lo largo de todos estos miles de años es porque cumple una función social que es la de exponer las tensiones existentes, las tensiones están dadas y no hay más que mirar a nuestro alrededor. La labor del artista es reflejar las tensiones, contarlas con opiniones varias pero mostrando lo que está a nuestro alrededor.
C.S. – Veo que para ti vivir no es sobrevivir. ¿Qué es para ti vivir uniéndolo a la alusión que hiciste a “Pan y Rosas” cuando recogiste el premio “Pau y Justicia”?
J.D.B. –“Pan y Rosas” fue un slogan que desprendieron unas trabajados en una huelga en EE.UU. a principios del siglo pasado y que a mí me resulta muy conmovedor porque venían a reclamar que todos merecemos el pan pero también las rosas y es algo que a mí me implica, porque en muchos sentidos las rosas tienen que ver con parte de mi oficio. Todos tenemos derecho al pan, eso es evidente, tenemos derecho a un trabajo digno, a un techo, a los sustentos mínimos para sobrevivir. Vivir no es sobrevivir, no es comer y tener un techo que te cobije, es mucho más, es la posibilidad de amar, de ser feliz, es tener la posibilidad de tener hijos, de desarrollarte, de escuchar una música que te emocione, de salir a bailar con tu pareja, de todas aquellas pequeñas cosas que conforman lo que llamamos la felicidad; muchas de esas cosas tienen que ver con una pieza teatral, con una canción, con una película. Todos tenemos ligado aquel beso que dimos a aquella chica o aquel hombre cuando sonaba aquella canción y eso tiene que ver con las rosas, que de alguna manera mi profesión contribuye a fabricarlo. Por eso hice mención a ”pan y rosas” porque a veces, pensamos que la única demanda válida es la demanda del pan (que sin duda en una demanda legítima) pero como decía Lorca en una alocución cuando se inaugura la biblioteca de Fuente Vaqueros (Granada) en 1931: “Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan.” porque eso nos va a permitir disfrutar de la vida.
Post realizado por Carmela Sánchez
Fotos realizadas por J. Félix Gimeno.
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