¿Sabes por qué el murciélago es símbolo de Valencia?
El blasonado de la bandera de la ciudad de Valencia está formado por “un cuadrado apoyado sobre uno de sus vértices, campo de oro con cuatro bastones de gules, dos eles coronadas como sostenes y dos ramas de laurel que se cruzan en la parte inferior. Al timbre, corona real abierta surmontada de un murciélago, visto de frente y con las alas extendidas, de sable”. Un animal poco atractivo y querido pero que se ha convertido en imagen de nuestro escudo. La pregunta es, ¿cómo ha llegado a ser emblema de la ciudad? ¿por qué un murciélago y no otro animal? ¿con qué motivo?
Es de todos sabido que el escudo de la ciudad se basa en la Señal Real de Aragón tras concesión de Pedro el Ceremonioso, al que posteriormente se incorporaron diferentes elementos, alusivos a las armas personales de Jaime II de Aragón, quien incorporó la ciudad a la Corona, amén de a diferentes hechos bélicos. En el siglo XVII se le incorporó la doble ele a cada lado del escudo que significa “dos veces leal” otorgado por Pedro el Ceremonioso a la ciudad por la lealtad de Valencia a Aragón en la guerra contra Castilla.
Sin embargo, años antes, a comienzos de 1500 apareció por primera vez en nuestra bandera un curioso y poco atractivo animal, el murciélago.
¿Por qué tiene Valencia un murciélago en su escudo?
Se le conoce popularmente como rat penat y de su origen hay diferentes teorías pero todas ellas con un denominador común: Jaime I El Conquistador. La más común cuenta como Jaume I antes de entrar en la ciudad acampó en los aledaños del cauce del río Turia. Allí, una noche, un murciélago se posó sobre la tienda de campaña del rey y éste ordenó matarlo asegurándolo que los murciélagos traían mala suerte. Así se hizo.
Sin embargo, unas cuantas noches después, fue este animal quien con sus ruidos volvió a despertar a Jaume I y a los soldados ante la llegada de los musulmanes que pretendían atacarlos durante la noche. Gracias al murciélago se despertaron y pudieron hacer frente a ellos con éxito.
Fue entonces cuando Jaume I mandó cubrir de honores a este peludo animal y colocarlo en la cima del escudo de la ciudad… hasta nuestros días.