Quién era Félix Pizcueta
Recorriendo el centro de la ciudad, al otro margen de la Calle Colón, nos situamos en la calle Félix Pizcueta. Una calle de cierto pedigrí, con edificios algunos centenarios levantados tras el derrocamiento de las murallas y el nuevo plan de ensanche de la ciudad. En ella podemos encontrarnos comercios, restaurantes afamados y enormes viviendas pero ¿quién fue este señor que mereció una calle tan céntrica en Valencia?
Si repasamos las crónicas de la época, podemos ver como Pizcueta no era un vecino más de la ciudad. Reconocido cronista de la ciudad, tuvo una vida social y política muy popular en aquella Valencia de blanco y negro. Nació en el cap y casal en 1837, cuando todo era completamente distinto a como lo conocemos hoy en día. Pese a su prematura muerte a los 53 años, este médico también desarrolló una carrera como político, dramaturgo y periodista hasta el final de sus días, allá por 1890.
Tras ejercer como doctor en los municipios de Íxar y Montcada, fue nombrado forense en el Grao. Sin embargo su vida acabaría dando un giro de 180 grados cuando en 1864, con apenas 27 años se inició en el mundo del periodismo escribiendo artículos políticos en el que era el diario de cabecera del Partido Progresista de Valencia, Los Dos Reinos.
Tras esta primera aventura periodística decidió dar un paso más y llegó a convertirse en secretario de la Junta Revolucionaria, protagonista en Valencia de la revolución de 1868 que sellaría el fin al reinado de Isabel II.
Su inmersión en la política
Félix Pizcueta ya había entrado de lleno en el mundo de la política y la cultura, dejando a un lado su profesión como médico. Fue diputado provincial de Valencia de 1868 a 1871 y sus ambiciones no se quedaron ahí, Pizcueta aseguraron los que le conocían “se exigía más”.
Se trasladó a Madrid con el no menos popular José Peris y Valero y alcanzó el cargo de Director de Sanidad del Ministerio de Gobernación. Más tarde dirigiría el diario La Nación con tendencia a favor de los progresistas. Sin embargo la restauración borbónica supuso un revés para Pizcueta que dejó Madrid y volvió a Valencia en 1874.
Ya en la terreta trabajó en el diario El Mercantil Valenciano. Durante este periplo conoció a Constantí Llombart y Teodoro Llorente con los que fundó la sociedad literaria Lo Rat Penat que dirigió durante varias etapas.
En su vertiente como escritor y poeta afirmada considerar esta como “mera efusión sentimental”. También escribió teatro en español y poesía en valenciano y finalmente en 1884 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Valencia hasta su muerte.