Foto: Viuvalencia

Es uno de los barrios de Ciutat Vella. Sobre él nació nuestra ciudad y los primeros edificios y calles que conforman hoy Valencia. Es un barrio milenario, que creció entre murallas. Testigo irrefutable del paso del tiempo y de la transformación socioeconómica y política de Valencia. La muralla musulmana construida por Abd al-Aziz ibn Amir en el siglo XI lo limitaba por el este, y la nueva muralla cristiana del  siglo XIV lo protegía por el oeste. Sobre él, descansan algunos de los lugares de interés más sobresalientes de la ciudad como las Torres de Quart y las Torres de Serrano, el Portal de la Valldigna, la iglesia del Carmen, el mercado de Mosén Sorell, el IVAM o Instituto Valenciano de Arte Moderno o el Centro Cultural la Beneficiencia, entre otros.

El cambio de milenio ha transformado el panorama en este barrio. Incluso los lugares de ocio y restauración, no todos, se quejan de que faltan clientes. Tanto turistas como locales parecen preferir ir a Ruzafa, Benimaclet, El Cabañal o quedarse por el barrio de Sant Francesc -por la Plaza del Ayuntamiento- para pasar una jornada en pareja, con amigos o en familia. Para muchos “ir a dar una vuelta al centro” ya no es pisar el barrio del Carmen. El que fuera uno de los barrios más culturales, transgresores y multiétnicos de la ciudad durante el siglo pasado, hoy sufre la falta de opciones de todo tipo para seguir atrayendo la visita de locales y tantos turistas como lo hacía antes.

¿Cómo reanimar el Barrio del Carmen?

1. Ayudas de alquiler. El Carmen tiene un sinfín de pisos vacíos con encanto. La falta de ayudas tanto para compra o alquiler desalienta a los vecinos, sobre todo a los más jóvenes, como para optar por este barrio frente a otras opciones.

2. Edificios en ruinas. La proliferación de edificios en ruinas es cada vez más evidente. Pasear por sus calles es contemplar una sucesión de casas y pisos tabicados y abandonados que le hacen poco favor a su imagen.

3. Locales para artistas. Siempre ha sido el barrio más bohemio de la ciudad, y no tiene nada que envidiar a barrios como el Gótic en Barcelona o Lavapiés en Madrid. Faltan iniciativas que ayuden a aprovechar los locales vacios para promover el arte y la cultura entre los vecinos.

4. Ayudas al comercio. Los comerciantes huyen del barrio, muchos se quejan de que no venden. Las ayudas para el pequeño comercio deberían ser una prioridad para ayudar a El Carmen.

5. Grandes empresas. Viajar por el centro histórico de ciudades como Barcelona y Sevilla es contemplar como franquicias y grandes firmas han decidido abrir tiendas en estas ciudades. ¿Por qué no ayudar a incentivar a famosas empresas de moda, decoración o restauración a abrir locales en El Carmen?

6. Faltan restaurantes. Aunque la oferta de restaurantes de El Carmen es variada y atractiva, faltan locales de restauración que atraigan a más gente. Solo hace falta visitar calles como la calle Baja o la calle Alta para comprobarlo.

7. Promoción institucional. Realizar una campaña, flyers en mano, para promocionar el barrio debería ser una prioridad cara a llamar la atención de locales y turistas. ¡El Carmen aún vive! ¿qué tal una página web para promocionarlo y donde se sumen comercios, tiendas y locales?

8. Mejor acondicionamiento. La poca iluminación de sus calles o problemas en aceras y muros, convierten el aspecto del barrio es un barrio semi abandonado. Ayudar a un mejor acondicionamiento atraería a más vecinos y comerciantes. La falta de limpieza en algunas calles es más que evidente.

9. Más zonas infantiles. El barrio del Carmen no tiene buenos servicios en cuanto a supermercados o plazas de parking pero tampoco hay demasiados parques y zonas infantiles que llamen la atención de matrimonios jóvenes para empezar una nueva vida en el barrio.

10. Locales de ocio. La ley ZAS fue para muchos demoledora, ayudar a que el barrio vuelva a ser insignia de lo que fue ayudaría a alimentar su fama y revitalizaría sus calles. Un ejemplo: prácticamente todos los locales LGBT del barrio que inundaban sus calles en los 80 y 90 han desaparecido.