Las Cuevas de Paterna llevan a València a los Oscar de Hollywood
El próximo 10 de febrero a las 2 de la mañana hora española, dará comienzo la 92a ceremonia de los Premios de la Academia, presentada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y que honrará a las mejores películas de 2019 desde el emblemático Dolby Theatre de Hollywood en Los Ángeles, California.
Una ceremonia que tendrá, sí o sí, presencia valenciana y, en concreto, paternera. Y es que de la mano de la película española Dolor y Gloria, València y Paterna estarán representadas en un evento que, una vez más, pasará a los anales de la historia del séptimo arte. Las cuevas de Paterna forman parte importante de entre los escenarios del último filme de Almodóvar, protagonizado entre otros por Penélope Cruz, Asier Etxeandía y Antonio Banderas, nominado también como Mejor Actor en el que dicen que es la mejor interpretación de su carrera.
Las Cuevas de Paterna, gran importancia patrimonial
Situadas en el casco urbano de Paterna, aún se conservan varios conjuntos de estas casas – cueva dónde, según cifras de antaño, llegaron a residir hasta el 40% de la población de este municipio a principios del siglo XX. De hecho llegaron a haber más de 500 hasta que empezaron a deshabitarse a partir de la década de los 50.
En la actualidad, las cuevas de Paterna disponen de tres agrupaciones aún continúan en pie. Son les Coves d’Alborgí que están en el norte de la villa; les Coves de la Torre alrededor de la Torre de Paterna y que forman el conjunto más numeroso; y les Coves del Batà, ubicadas al sur de la villa donde en la actualidad se ha creado un espacio cultural y un museo etnográfico. Estos últimos dos conjuntos están declarados Bien de Interés Cultural.
Están curiosas viviendas son de origen morisco y existen de dos tipos. Unas excavadas directamente en un desnivel del terreno y otras excavadas un patio común que sirve de fachada a un grupo de dos a cuatro viviendas. Según los registros históricos, se pasaron de 38 cuevas en 1824 a 200 en 1850. En 1920 eran ya 365 llegando a su máximo histórico de 509 cuevas en 1945, aunque para entonces ya solo alojaban al 20% de la población. A partir de la década de 1950 se fueron abandonando progresivamente. El ayuntamiento de Paterna ha promovido en las últimas décadas la conservación de las cuevas restantes.