El Convento de Santa Clara en la Avenida Pérez Galdós, el último convento de Valencia
Se trata del Convento de Santa Clara, uno de los últimos conventos de estas características que quedan en la ciudad y uno de los últimos en ser construidos, de hecho su edificación data solo del año 1911. Dentro de él viven encerradas sirviendo a Dios monjas de la Orden de las Clarisas Coletinas.
Este convento es también uno de los conventos más bonitos que existen. Con su imponente fachada de ladrillos y su exquisita decoración lo convierten casi en una obra maestra que disfrutar. Fue creado por un viejo conocido del cap i casal, el arquitecto nacido en León Ramón Lucini. Viejo conocido por Lucini fue muy prolífico en nuestras tierras creando otros edificios como por ejemplo el Balneario de la Alameda, el edificio de la Tabacalera, el edificio Navarrio II en el número 23 de la calle Félix Pizcueta, el edificio Lucini en el número 1 de la calle Doctor Romagosa, las escuelas municipales de Foios y en la propia Gran Vía Marqués del Turia la casa de José Serratosa en el número 69.
Más de 100 años de historia
El Convento de Santa Clara se edificó en su día para ofrecerles a las religiosas un nuevo lugar dónde vivir y rezar ya que el anterior dónde estaban se encontraba en malas condiciones.
Entonces se decidió elegir un lugar no muy alejado de Valencia pero sí lo suficiente para estar entre huertos, tranquilas, dedicadas a la vida contemplativa… por aquel entonces la Avenida Pérez Galdós no existía como tal y todo esta zona de Valencia era huerta.
Un estilo imponente
Tan solo basta pasear por delante del Convento de Santa Clara para quedarse sorprendido con su estilo arquitectónico. Es un claro ejemplo de modernismo valenciano pero con influencia del historicismo medievalista.
Este convento de ladrillo cara vista consta de tres alturas y la parte más importante, cómo no, es el patio central que funciona como claustro. Su iglesia es de estilo neoclásico y posee una única nave pudiendo acceder a ella por un pequeño patio. De hecho es la única parte que podemos visitar.
Sede nacional en la zona oriental de España de la Federación “Madre de Dios” de las Clarisas Capuchinas aún sigue siendo este convento un lugar de peregrinación para las novias. Ya que existe la costumbre para estas pero también para las falleras que ofreciendo huevos al convento no lloverá en el día de su boda o de un acto fallero en concreto.