El Centre del Carme ofrece sus claustros a los centros educativos para que puedan dar clases al aire libre
El Centre del Carme Cultura Contemporània ofrece sus claustros a los centros educativos para que puedan dar algunas clases al aire libre.
Se trata de una iniciativa que no solo permite suplir la falta de espacio en los centros educativos para este tipo de prácticas, recomendadas por las autoridades sanitarias para la prevención de la COVID-19, sino que puede constituir una herramienta de trabajo y de acercamiento al patrimonio y a la cultura contemporánea.
El objetivo es ofrecer un aula exterior a aquellos centros que quieran hacer uso de un espacio diferente en algún momento de su práctica docente. La propuesta está especialmente dirigida a los profesores de Educación Secundaria, que tendrán los claustros a su disposición por las mañanas, de lunes a viernes, en el horario acordado con cada centro.
La medida, propuesta por el centro de arte, se enmarca dentro de su programa de educación y mediación. Parte de la idea de convertir sus claustros en una gran ágora en la que todas las personas son recibidas por la institución como ciudadanos de pleno derecho, para dar un giro a la manera tradicional en la que los públicos se relacionan con la cultura, siendo la institución la que se adapta a su forma de habitar y de apropiarse del espacio.
El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha explicado que "esta iniciativa está en la línea de abrir el centro de arte a la ciudadanía, como espacio de vida cotidiana y de servicio público a la sociedad. En esta misma línea de trabajo se encuentra el Espai de Telles, nuestro espacio permanente para bebés de 0 a 3 años que hemos reabierto con todas las medidas de higiene y seguridad que el momento requiere".
El Espai de Telles, diseñado por el Centre del Carme en colaboración con Arquilecturas, es un espacio de experimentación dirigido a la primera infancia, desarrollado desde 2016. Espai de Telles ha sido pionero en el ámbito de las prácticas artísticas como espacio permanente para bebés, un tipo de público que habitualmente no encuentra en los museos y centros de arte un lugar propio.
Según Pérez Pont, "esta iniciativa responde a un posicionamiento de los y las mediadoras y de la institución en general para el cuidado de la infancia y de la juventud como uno de los segmentos de población más sensibles durante esta pandemia, con la reducción de espacios para su desarrollo personal".
También ha aseverado que "la cultura no sólo es un lugar seguro, sino que constituye un motor de riqueza inmaterial de la que todas las personas tienen el derecho de beneficiarse".
Para el uso seguro del Espai de Telles, el acceso se realiza mediante reserva previa, por grupo de convivencia estable, en dos turnos: de 16.30 a 17.30 horas y de 18.00 a 19.00 horas. El Centre del Carme se encargará de mantener limpio y desinfectado el espacio para la siguiente familia. (Reservas: educacio.cmcv@gva.es).
Espai de Telles
Inspirados en el 'tavolo luminoso' de Reggio Emilia, el Espai de Telles del Centre del Carme se organiza a partir de cuatro mesas de luz recuperadas de los fondos del Consorci de Museus, y a su alrededor se crea una volumetría que posibilita una mayor superficie de exploración y que busca su inspiración en la técnica del origami: el suelo se repliega para que la actividad se despliegue, a partir de la repetición de figuras poliédricas que invitan a recorrer y habitar el espacio.
En una de las esquinas se han instalado dos espejos como material de exploración, descubrimiento y reconocimiento. Además, en el espacio es importante la luz para experimentar con ella. La luz como fuente de vida, de energía, pero también de emociones.