Visitar Altea siempre es un buen plan
En ocasiones, solo viajamos a las poblaciones de costa en verano, con motivo de las buenas temperaturas y poder refrescarnos así a orillas del mar. Altea es una de las capitales más famosas de la Costa Blanca, situada a mitad de camino entre las ciudades de Valencia y Alicante, su oferta turística, su gastronomía, sus opciones de ocio y, cómo no, sus playas son motivos suficientes para volver.
Pero, ¿por qué no visitarla durante las fiestas de Altea? Más allá de los típicos meses de julio y agosto, Altea tiene una temperatura agradable durante todo el año y sus múltiples fiestas son un motivo más para volver y visitarla durante el resto de los meses. ¿Qué fiestas podemos encontrar para en Altea?
Una de sus tradiciones más emblemáticas y de tradición centenaria es l'Abret que tiene lugar durante las fiestas de San Juan en verano, donde mayores y jóvenes del pueblo llevan un gran chopo desde la parte baja del pueblo hasta la Plaza de la Iglesia y se planta el árbol solo con la ayuda de cuatro cuerdas.
Agosto es otra ocasión para visitar Altea y disfrutar de la fiesta de San Roque a las que siguen las fiestas de San Lorenzo con su famoso castillo de fuegos artificiales, un castillo declarado de bien turístico y que se dispara desde hace más de 27 años.
También destacan las celebraciones de Moros y Cristianos en febrero. Una fiesta en Altea en honor a San Blas. O La festa del porquet que se hace en la Plaza de la Iglesia el tercer sábado de febrero y también las del Cristo de la Salud en Altea la Vella. Pero ahí no acaba todo, en septiembre las fiestas continúan con las de Santo Tomás y el cuarto fin de semana de dicho mes, las Fiestas Patronales en honor al Cristo del Sagrario. Y para finalizar, en diciembre, se celebran las fiestas de Santa Bárbara en la partida de Sogay y La Purísima en Altea la Vieja.