CAMPO
8 desafíos inaplazables que debe afrontar el campo valenciano
DANIEL NAVARRO
2020-11-16
Imagen de archivo campo valenciano./ EPDA
ENVEJECIMIENTO
La media de edad de los trabajadores del campo
roza los 65 años, lo que dificulta cada vez más
la difusión del trabajo tradicional entre generaciones. Atraídos por otros sectores más rentables y con condiciones laborales menos duras,
los jóvenes no parecen dispuestos a trabajar en
las huertas, una realidad que, sí bien se repite en
todas las autonomías, es en la Comunitat Valenciana donde tiene su máximo exponente, con
una edad media récord a nivel nacional, similar
a la de Madrid y los archipiélagos.
El campo valenciano
8 desafíos
inaplazables
que debe
afrontar
el campo
valenciano
El gobierno autonómico lucha contra esta situación a través de las ayudas para la primera
instalación de jóvenes agricultores, que tienen
como objetivo, por un lado, facilitar a los jóvenes su instalación como titulares de explotaciones agrarias viables, sostenibles y competitivas;
y por otra parte, el rejuvenecimiento y la mejora del nivel de formación de los titulares de las
explotaciones.
UNA PAC POCO MEDITERRÁNEA
La Política Agraria Común (PAC) precisa de
un "acento mediterráneo". Así lo defienden las
asociaciones de agricultores como la Unió de
Llauradors.
Estas entidades denuncian que, a pesar de su rediseño, "la nueva PAC comportará seguro, la reducción de las ayudas directas y al mismo tiempo obligará a destinar una parte significativa,
entre un 20% y un 30% de las ayudas anuales
,a los nuevos ecoesquemas, regímenes a favor
del clima y el medio ambiente.
Para la organización, la reducción de las ayudas directas y el incremento de los costes de
producción no compensados totalmente, únicamente añadirán más competencia desleal al
mercado en beneficio de las importaciones de
países terceros.
PRECIOS JUSTOS
Los precios que pagan al agricultor las empresas intermediarias no cubren los costes de producción de los alimentos y se sitúan al límite
de lo umbrales mínimos, un hecho que denuncian todas las agrupaciones agrícolas y que impide el desarrollo de la actividad en la Comunitat Valenciana.
La creación de una ley de precios justos es una
de las más importantes reivindicaciones que se
trasladan desde el campo valenciano y ha sido
motivo de una gran cantidad de protestas por
las capitales de España, donde los trabajadores
del campo han defendido que, paradojicamente, son muchos los sectores que se enriquecen con los productos del campo valenciano, mientras que los mismos trabajadores, siguen empobreciéndose.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
El campo debe afrontar de manera inaplazable un cambio de modelo basado fundamentalmente en la concentración de explotaciones y
de oferta, con el objetivo de poder garantizarse
así un futuro viable en el contexto de un mercado global cada vez más exigente.
De hecho, según datos de la Generalitat, de
los 130.000 titulares de explotaciones citrícolas censados en la Comunitat Valenciana, apenas el 4% lo son a título principal, es decir, son
profesionales en el sentido estricto, lo cual supone un inconveniente de cara a lograr unidades de cultivo viables.
La nueva ley de estructuras agrarias incluye
una serie de fórmulas para estimular la creación
de esas parcelas de mayor tamaño y para concentrar y organizar la oferta en consonancia con
una demanda que se caracteriza, precisamente,
por una elevada concentración. Sin embargo, las
quejas de los agricultores no han tardado en llegar a esta ley de reciente aprobación y señalan
a un presupuesto que no es lo suficientemente
ambicioso para lograr una transformación de estas características.
DESPOBLACIÓN
El éxodo de las zonas rurales de la Comunitat
Valenciana y la desaparición de pequeños municipios de interior es, sin duda, uno de los problemas que también afecta al campo valenciano.
La Generalitat ha elaborado todo un catálogo de acciones específicas, que atañe a todos los
departamentos, a través de la agenda AVANT..
La idea es llevar a cabo iniciativas para actuar
desde una perspectiva transversal e integral que
englobe desde los servicios educativos, sanitarios y de transporte a las carencias de entidades
financieras en numerosas poblaciones del interior de la Comunitat Valenciana.
En concreto, en la Comunitat Valenciana hay
siete comarcas del interior de Valencia y Castellón con crecimiento demográfico negativo:
el Rincón de Ademuz (-24,29), l'Alt Maestrat
(-19,79), els Ports (-15,68), el Alto Mijares (-8,22),
los Serranos (-5,38), el Valle de Ayora (-4,63) y
la Canal de Navarrés (-2,35).
PLAGAS Y ENFERMEDADES
La Xylella o el cotonet son solo algunas de las
plagas que más están afectando a los cultivos
valencianos, y con especial incidencia en los cultivos de cítricos, en concreto naranjas y mandarinas, así como almendras. Esta situación obliga a los productos a desperdiciar toneladas de
frutos con sus respectivas pérdidas económicas.
Solo como ejemplo, la Asociación Valenciana
de Agricultores (AVA-Asaja) y La Unió de Llauradors i Ramaders cifran en 120 millones de euros las pérdidas que la plaga del cotonet de Sudáfrica, que se extiende por la citricultura de
toda la Comunitat, causará en la próxima campaña debido a la ausencia de un método efectivo para combatirla
Precisamente, varias organizaciones agrarias valencianas han lamentado recientemente
que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, haya visitado la Comunitat
Valenciana con "cero euros" de inversión para
combatir las plagas que afectan a los cultivos
de la región y han aprovechado para reclamar
protocolos de importación "rigurosos" con "reciprocidad" en cuanto a exigencias fitosanitarias.
COMPETENCIA DESLEAL
Naranjas de Egipto, de Sudáfrica o de Argentina. Son cada vez más comunes en nuestros supermercados y a pesar de haberse producido a
miles de kilómetros, a veces tienen precios más
bajos que productos producidos en municipios
valencianos.
La mano de obra más barata, los tratados de
libre comercio y la falta de controles rigurosos
son algunos de los motivos que señalan desde el
campo valenciano. Aseguran además que mientras que a los productores europeos les prohíben muchos materias fitosanitarias, la UE deja
entrar importaciones de países terceros que siguen utilizando esas mismas sustancias, lo que
genera una competencia desleal.
CLIMA MEDITERRÁNEO
Las sequías y las gotas frías son la seña de identidad del clima mediterráneo, una situación
que dificulta la producción agroalimentaria valenciana y que se agrava día a día con el cambio climático.
Las medidas realistas para afrontar este desafío medioambiental y la apuesta por una producción resiliente a los cambios de tiempo extremos son una realidad ineludible.
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