8 cosas típicas que hacemos los valencianos al llegar el verano
Típicas costumbres de los valencianos en verano
Pegar una becaeta
Porque los valencianos no hacemos la siesta, sino que aprovechamos el disfrutar de mayor tiempo libre en verano para pegar una becaeta. O según el tiempo del que dispongamos “una bona becá”, donde reposar la comida y recargar fuerzas para disfrutar del buen tiempo y las posibilidades de ocio de nuestra ciudad.
Ir a Aquópolis
Es todo un clásico en el verano valenciano desde hace “siglos”. Cuando llega el buen tiempo al menos una vez tenemos que ir con amigos o en familia a disfrutar de “nuestro parque acuático” por excelencia, Aquópolis situado en Cullera.
Quejarnos de que no es calor, es humedad
¡Cuántas veces nos hemos quedado de la maldita humedad que sufrimos en la ciudad! Y es que nuestros 30º C de verano (por ejemplo) no solo como los treinta de Madrid o Bilbao, nuestra sensación térmica es mayor por culpa de la humedad que hace que sudemos más, pese al poco glamour que esto conlleva…
Beber horchata sin parar
El auténtico competidor del helado en verano, en Valencia, es la horchata. Es llegar la época estival y la bebemos en cantidades industriales. Una bebida energética, nutritiva y fresquita que nos encanta disfrutar en una buena terraza…
Tomar la fresca
Aunque es más cosa de disfrutarla en pueblos, donde los vecinos y las vecinas se reúnen por la tarde en las aceras y plazas, también en la ciudad la disfrutamos sentados en una terraza para paliar el calor que sufrimos en nuestras casas.
Irse de torrá
Eso sí, mucha precaución a la hora de hacer fuego y solo vale hacer una torrá en zonas controladas y habilitadas para ello. Y mejor con una piscina al lado. ¿Qué es eso de ir a una barbacoa? Nosotros nos vamos de torrá.
Con la sombrilla y la nevera en el bus
El transporte público se convierte en un aliciente para ir a nuestras playas pero muchas veces se convierte en una auténtica pesadilla: largas esperas, aires acondiciones que (sospechosamente) no funcionan, sombrillas, neveras y sillas de playa que luchan por hacerse huecos…
No salir de casa antes de las 6 de la tarde
¡Cómo mínimo! Sobre todo de mediados de julio a mediados de agosto, cuando se suceden las jornadas de calor más intensas del año. Ni se nos ocurre salir de casa, por ejemplo, a las 4 de la tarde, ¡nos puede dar algo con tanto calor!