1882, cuando la luz llegó a Valencia
Nos tenemos que remontar hasta 1771 donde bajo la administración borbónica tuvo lugar el primer alumbrado público con 2.850 faroles de aceite, por fin llegaba la luz pero el sistema fue demasiado caro y además era pagado por los vecinos de las casas más acomodadas que tenían luz en sus calles para una mejor y mayor seguridad y visibilidad. En las demás, eran los serenos los que iban por las calles controlando la ciudad y el orden.
Otra fecha fue clave antes de la llegada de la luz a Valencia. Y es que en 1844 llegó el gas de hulla económico y más abundante que el aceite vegetal. De hecho se creó el primer sector industrial de alta inversión en Valencia de la mano de la empresa Lebon et Cie. La primera zona que se iluminó mediante este método fue La Glorieta. Y el alcalde de Valencia por aquel entonces José Campo decidió comprar parte de esta empresa. Sin embargo la mayoría de las casas en la ciudad continuaban aún con quinqués de petróleo y las lámparas de aceite.
La fecha clave fue en 1882 tal y como recoge todas estas citas el libro “Retrato de Valencia” que publicó en su diario el longevo diario Las Provincias. Fue en la calle San Vicente, en la Casa Conejos dónde se iluminó la primera lámpara con luz eléctrica. Así fue que la Sociedad Española de Electricidad dotó de luz a Valencia a finales de 1882 creándose a principios de 1883 la Sociedad Valenciana de Electricidad. Uno de los primeros lugares donde se llevó la electricidad fue a la fábrica de fundición La Vulcano, situada en el Llano de la Zaidia y su primer abonado fue el Teatro Ruzafa.
Poco a poco establecimientos públicos, como teatros y cafés, optaron por dotarse de generadores propios y todo ello en una Valencia “prehistórica” donde las estructuras todavía eran antiguas. Y es que, que hubiera electricidad estaba condicionado a la existencia de un curso de agua que permitiera transformar la energía hidráulica en eléctrica, por ejemplo.
Cabe destacar también otra fecha, el 1908 cuando el Ayuntamiento de Valencia firmó un contrato de servicio de alumbrado público eléctrico por un periodo de treinta años con Hidroeléctrica Española, eso sí una exclusividad no extensible a la distribución de electricidad.