10 ciudades medievales que hay visitar en Semana Santa
Un recorrido clave para los amantes de la arquitectura que dejó esta fascinante y misteriosa etapa de la historia, la Edad Media que no solo marcó el devenir europeo y cambió mapas y modos de vida si no que dejó para la posteridad auténticos tesoros que hoy en día se pueden disfrutar en alguno de los puntos de nuestro viejo continente.
Tres estilos predominantes; el bizantino, el románico y el gótico, a veces entremezclados plasmados en cientos de obras de arte que aún se conservan a modo de vestigios de incalculable valor, algunos de éstos catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
10. Quedlinburg. Es una ciudad alemana a orillas del río Bode en la parte centro-este del país. Quedlinburg aún conserva 1.300 casas de vigas y su Ayuntamiento es de los más antiguos del país. Su antiguo palacio imperial es de los mejores conservados de la época medieval en Alemania y barrios como los de Burgberg o Münzenberg, son algunos de los recuerdos del medievo más importantes de esta zona de Europa.
9. Berna. La capital Suiza es una de las urbes con más encanto y más bonitas que se conocen, conservando un aire medieval como pocas. Su casco antiguo es uno de los mejores testimonios del urbanismo medieval en Europa gracias a sitios únicos como la Torre del reloj, la Colegiata, sus fuentes, el Palacio Federal, sus calles adoquinadas… la convierten en un lugar de ensueño.
8. Toledo. Sede de los Reyes Católicos y antigua capital española, Toledo es una de las ciudades más bellas de España y a parte también está considerada como una ciudad medieval de primera categoría en cuanto a su conservación. El Alcázar, el Puente Alcántara, el Monasterio de San Juan de los Reyes, la Catedral de Santa María o el Castillo de San Servando son solo algunas de las muchas joyas medievales que aún conserva.
7. Gante. Bélgica tiene en Gante otro de los emblemas de la arquitectura medieval mejor conservada. La Iglesia de San Nicolás, el muelle de las Hierbas, la Torre del Campanario, el Ayuntamiento y el Castillo de los Condes de Flandes son solo los algunos de los edificios más impresionantes de una ciudad que parece haber sido suspendida en el tiempo.
6. Florencia. Está considerada como un museo de arte al aire libre, y es que Florencia fue en la Edad Media una de las ciudades más importantes del momento a todos los niveles pero sobre en arte. Obras medievales y renacentistas por doquier como la Catedral de Santa María del Fiore, Palazzo Vecchio, el Convento de San Marcos o el Puente de la Santa Trinidad son algunos de sus más importantes vestigios.
5. Tallin. La capital de Estonia se caracteriza por las torres medievales centro que controlan toda la ciudad. Su centro conserva antiguas casas de comerciantes y sus calles adoquinadas aún bien conservadas, hacen de Tallin un recuerdo claro de los años medievales de la vieja Europa. La Plaza del Ayuntamiento, el Pasaje de Katarina, la iglesia del Espíritu Santo o la de San Nicolás son alguno de sus emblemas más característicos.
4. Edimburgo. La capital escocesa tiene en su ciudad antigua y su ciudad nueva uno de los mejores reclamos turísticos para aquellos que buscan un turismo monumental de grandes magnitudes. Su Castillo, la Catedral de Saint Giles, el Palacio de Holyrood o la Universidad son solo alguno de los ejemplos más famosos de su arquitectura, junto a sus edificios de color marrón, sus calles adoquinadas y sus casas de estilo georgiano.
3. Brujas. Una pacífica ciudad belga a 90 km de la capital, Bruselas, donde reina la tranquilidad y la armonía pese al trasiego de sus visitantes. Brujas sigue siendo hoy en día un valor seguro para conocer una auténtica ciudad medieval gracias a su casco antiguo y ayudado por el aspecto que le dan sus canales. La Iglesia de Nuestra Señora, el Hospital de San Juan, la Catedral de San Salvador, el Puente de los amantes o de Bonifacio o las inmediaciones de la Plaza del Mercado están rodeados de edificios de la época, lo que la convierten en una estampa ideal para transportarse a aquella época.
2. Ávila. Ya en 1884 sus murallas fueron catalogadas como Monumento Nacional y es que su casco antiguo puramente medieval es de los mejores conservados del mundo. La antigua ciudad de Ávila, sus murallas y las iglesias de San Vicente, San Pedro, San Andrés y San Segundo están consideradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su increíble número de casas y palacios conservados trasladan al visitante a una época brillante y repleta de matices.
1. Carcassonne. Capital del departamento de Aude, al sur de Francia es la imagen viva del pasado medieval de su país. Una ciudad amurallada, de apenas 50.000 habitantes y a apenas 80 km de Toulouse dónde es de obligado interés visitar emplazamientos únicos como su Catedral, el Castillo condal, la Basílica Saint-Nazaire… Carcassonne es un Grand site national protegido con esmero por el gobierno francés. Sus murallas la convierten en un lugar único en el mundo.